Foto de 'El Mundo' de la declaración de la Infanta Cristina



La grabación en vídeo de la Infanta Cristina durante su declaración ante el juez amenaza con dejar en un segundo plano lo que más importa en este caso: la declaración en sí misma, en la que la hija del Rey esquivó su presunta responsabilidad en el entramado creado por su marido para desviar fondos públicos. La Policía investiga quiénes están detrás de la furtiva grabación y, las pesquisas podrían ir tras la pista de dos de los abogados presentes en la sala.

Efecto espejo para despistar
Según la investigación, a cuyos datos ha tenido acceso La Razón, la grabación se habría manipulado “con un efecto espejo para que no se sepa de dónde se ha realizado la toma”. Lo deducen así porque la pantalla en la que se exhibían los documentos estaba a la derecha del juez José Castro, y sin embargo, en el vídeo se ve en el lado contrario. Asimismo se habría manipulado la secuencia de las voces.

La grabación se habría hecho desde la bancada derecha
La investigación se ha centrado en las personas situadas en la bancada de la derecha de la sala, es decir, a la izquierda del juez, en la zona más cercana a la puerta. Cinco o seis funcionarios estaban sentados en las dos primeras filas y detrás de ellos dos abogados, Francisco Carvajal y María del Carmen Jiménez, que acudieron a la comparecencia de la Infanta en sustitución de Javier Saavedra, abogado de Robert Cockx, supuesto testaferro de Iñaki Urdangarin.

El abogado que entró y que pareció que salía
Los investigadores se basan en una imagen que han considerado clave y que aparece en el minuto 1:27, cuando pasa por delante de la cámara un abogado que llegó un par de minutos tarde a la declaración. En las imágenes, parece que el letrado sale de la estancia (se desplaza de izquierda a derecha, hacia la puerta), aunque en realidad lo que hizo el abogado fue entrar. El autor de la grabación se percató de que ese detalle podía contribuir a identificar su situación en la sala, por lo que enseguida enfocó, de manera brusca, hacia el techo.

"Me quitaron hasta el bolígrafo y el reloj"
Uno de los dos abogados bajo sospecha, María del Carmen Jiménez, en declaraciones a La Razón, aseguró que pasó “todos los controles” y que, incluso, le “quitaron hasta el bolígrafo y el reloj”. Explicó que acudió a la comparecencia “en sustitución” de su “jefe”, que estaba fuera de España. “Esto me está viniendo demasiado grande”, añadió la letrada.

Se especula con que pudo hacerse con unas gafas con cámara oculta
Mientras la Policía investiga, algunos se aventuran a especular sobre el tipo de herramienta utilizada para la grabación y algún especialista en este tipo de objetos habla de las llamadas gafas con cámara oculta; otros, que se hizo con una microcámara en el interior del botón de una chaqueta.

Un control más que estricto
Según testigos, citados por Al rojo vivo, de laSexta, el control de seguridad fue más que estricto, hasta el punto de que el bolígrafo del fiscal en este caso, Pedro Horrach, se desguazó completamente y se inspeccionaron hasta los llaveros de los funcionarios. Algunos abogados han dicho  que les revisaron objetos como la funda de las gafas hasta el reloj.

¿Quiénes estaban en la sala?
En la sala había entre 50 y 60 personas. Abogados defensores, fiscales, acusación popular y también funcionarios del Juzgado y policías.Frente a la Infanta, y junto al juez Castro se encontraba la secretaria judicial y el juez de refuerzo. En el lado izquierdo, se sentaron los abogados de la Infanta y a la derecha,  Horrach, el abogado del estado y la acusación popular. Además de los abogados de Robert Cockx, unos cinco funcionarios del juzgado  y policías.