La polémica sobre la reforma del aborto que impulsa el Gobierno ha llegado al Parlamento Europeo, donde este jueves se ha vivido un áspero debate. Los partidos de izquierda y los liberales han pedido al Ejecutivo español que dé marcha atrás a un proyecto que consideran un retroceso en los derechos de la mujer, sus libertades y, además, fomenta la desigualdad. Frente a ellos, los parlamentarios del PP Europeo, que han defendido que éste es un asunto que concierne únicamente a cada Estado.

Piden que la Eurocámara fije unos mínimos
Los eurodiputados de izquierda y liberales han pedido al Gobierno de Rajoy que detenga una reforma que representa un retroceso, y algunos han abogado porque el Parlamento Europeo regule unos mínimos.

Un patriarcado fundamentalista ultracatólico
La holandesa Sophia in’t Veld manifestó su satisfacción por “proceder de un país donde el aborto es legal y seguro” y nadie puede decidir por las mujeres. Por su parte, Willy Meyer, de Izquierda unitaria, exhibió sus argumentos con una pancarta en la que podía leerse: “Nostras parimos, nosotras decidimos”. El eurodiputado izquierdista cargó contra “el patriarcado fundamentalista ultracatólico”, que “pretende imponer un retroceso sin precedentes en España”, informa El País.

Las españolas tendrán que vivir lo que padecieron las portuguesas
Meyer criticó al conservador polaco Ryzard Antoni Legutko que calificó de “asqueroso” un informe sobre salud reproductiva que el Partido Popular Europeo rechazó votar, unas palabras que al parlamentario izquierista le parecieron propias de la “ultraderecha y el fascismo”. La eurodiputada portuguesa Edite Estrela, autora del mencionado informe, se declaró “solidaria con todas las mujeres españolas porque, afirmó que “lo que ocurre en España afecta a todas las mujeres”.

Estrela mencionó la circunstancia contradictoria de que cuando el aborto no era legal en Portugal, las mujeres que tenían recursos para ello viajaban a España para interrumpir un embarazo no deseado, y que ahora Rajoy condena a las españolas a vivir lo mismo.

Las próximas generaciones tendrán menos derechos que sus madres
La socialista Iratxe García pidió a Bruselas que no permanezca “impasible mientras el Gobierno de Rajoy pretende acabar con décadas de lucha por los derechos de las mujeres”. Para García, la reforma que impulsa el Gobierno de Rajoy “obliga a todas las mujeres a ser madres aún cuando no lo desean”. “Me niego a que las próximas generaciones tengan menos derecho que nuestras madres”, afirmó con contundencia la socialista. Por su parte, la también socialista María Muñiz se dirigió a la eurodiputada que en ese momento presidía la sesión en Estrasburgo y le dijo: “Si usted fuera española, Rajoy le diría: ‘puede presidir el Parlamento Europeo, pero sobre su cuerpo mando yo’.

Recogida de firmas
La diputada francesa socialdemócrata Pervenche Bères. Christine Vergiat, de la izquierda unitaria, recordó que sólo tres países europeos tienen una ley del aborto restrictiva (Malta, Irlanda y Polonia) y que con la reforma impulsada por el Gobierno español, el país retrocederá “30 años… a las tinieblas de la historia”.

Jiménez-Becerril defiende que es asunto de España
Los eurodiputados de izquierda y los liberales han promovido una campaña de recogida de firmas en la Cámara para que el asunto sea debatido de manera formal.

Por el PP,  Teresa Jiménez-Becerril defendió que el asunto no debe salir de los marcos de cada Estado y negó que el Gobierno popular vaya contra los derechos de las mujeres. “No ha habido aquí una palabra para defender el derecho del no nacido”, añadió.