Los científicos llevan tiempo denunciando la situación en la que el Gobierno ha dejado el sector de la investigación con sus recortes, que ha forzado a emigrar a destacados investigadores. Una de las últimas fugas de cerebros, la del director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), Juan Carlos Izpisúa, considerado una referencia mundial en la investigación con células madre, ha dimitido ante la falta de apoyos financieros y políticos.

El futuro del centro, en cuestión
Según adelanta El País, la marcha del científico deja en una situación de amenaza al Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, ya que 18 de sus 21 proyectos científicos son propiedad intelectual de Juan Carlos Izpisúa, y se los va a llevar con él.

El centro está financiado por el Gobierno central y la Generalitat que aportan 1,5 millones de euros en su conjunto. La Administración habría comunicado al científico que no está en condiciones de seguir financiando el centro “con los niveles de calidad exigidos”.

La carta de destacados científicos a Rajoy
La salida de Izpisúa llega en un contexto de una grave crisis para la comunidad científica, cuyas voces se han alzado en reiteradas ocasiones para denunciar su situación. En noviembre pasado trascendió que trece importantes científicos españoles habían enviado una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle que no siguiera recortando los recursos destinados a la investigación, porque, según subrayaron, supondría "sentenciar a muerte" la ciencia pública española.

Pidieron que al menos se mantuviera el mismo presupuesto de 2012
Los firmantes de aquella carta fueron científicos de Madrid, Barcelona, País Vasco, Asturias y Aragón, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, universidades, centros de investigación y un hospital. Algunos de ellos, premios nacionales de investigación, como la bioquímica Margarita Salas o la química María Vallet, premios Rey Jaime I, como el químico Luis Oro; o el premio príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2007, Ginés Morata, o Flora de Pablo, profesora de investigación y exdirectora del Instituto de Salud Carlos III, según datos de ABC.

La carta fue enviada, además de a Rajoy, al ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y a la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, y en la misma se reclamaba que se mantuvieran los presupuestos para investigación, desarrollo e innovación, "de forma que sean al menos iguales a los de 2012".

La amenaza de quiebra del CSIC
La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) denunció también en noviembre que el presupuesto asignado a la investigación para 2014 está estancado en niveles de 2002.

En el verano de 2013, los ciudadanos vieron sorprendidos la imagen de trabajadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) advirtiendo de la “posible quiebra” de este organismo.

Marca España, pero fuera de España
En agosto pasado, una científica española contratada por la NASA publicó en El País una dura carta abierta, dirigida también a Mariano Rajoy en la que le reprochaba que el Gobierno impulsara su programa denominado “Ciencia española en el exterior”, para realzar la “marca España”, mientras se abandona a los investigadores que trabajan en el país. Esta científica había recibido una misiva del Ejecutivo, como parte de ese programa, en la Universidad de Princeton, donde había trabajado antes de regresar a España, hacia ya cinco años. “Sepa usted que me trasladé a España hace cinco años y cuando emigre próximamente la ciencia que haga ya no será española, ni será gracias a España; seguiré haciendo ciencia a pesar de España. No se molesten en enviarme esa misma misiva a mi nuevo centro de trabajo en NASA”, explicaba la científica en su carta.

"La investigación se está hundiendo en la fosa de las Marianas"
“Ese esfuerzo ímprobo que han realizado ustedes para localizar a investigadores españoles en el extranjero, que ha llegado incluso a recopilar los viejos correos electrónicos de los que habíamos regresado hacía años, podrían canalizarlo en contactar con los investigadores que todavía están en España y cuya permanencia en el país pende de un hilo. Mariano, durante su legislatura la investigación en este país se está hundiendo irremediablemente hacia el abismo de la fosa de las Marianas”, añadía la científica.