ETA camina inexorable hacia su fin y sus últimos pasos parecen inminentes, según advierte Luis Aizpeolea. En su libro Los entresijos del final de ETA que será presentado este miércoles en Madrid, el periodista de El País expone cómo la agonía de la banda ha sido más el resultado del consenso del Pacto de Ajuria Enea para obligar a la banda abandonar la violencia que fruto de negociaciones puntuales. En esta entrevista con ELPLURAL.COM apunta que ETA puede anunciar su desarme en los dos próximos meses y advierte de que el único “escollo” que queda son los obstáculos de parte del PP, “ese Tea Party español” de los Aznar o Mayor Oreja que se resiste a aceptar el fin de la banda.

En el libro sintetizas el final de ETA en diez hitos relevantes…
Son diez momentos claves en torno al debilitamiento de la banda: el Estatuto de Guernica y la consiguiente disolución de ETA político-militar, las conversaciones de Argel, Lizarza, la Ley de Partidos, el proceso de diálogo con el Gobierno de Zapatero… De todos los procesos de diálogo con los diferentes Gobiernos ETA salió más debilitada, por ejemplo en su imagen internacional. El último capítulo significativo es el enfrentamiento ETA-Batasuna. Ahora estamos en la consolidación del final.

Subrayas la importancia del pacto político de Ajuria Enea en 1988...
El final de la banda estaba vaticinado en aquel acuerdo tal y como se está produciendo. ETA desaparece como fuerza armada y entonces emerge un brazo político. Se han producido tres pasos claves en los tres últimos años: el anuncio del cese de los atentados en octubre de 2011, la condena de la violencia por parte de la izquierda abertzale y no menos importante, la declaración del pasado 28 de diciembre del aceptando la legalidad penitenciaria y la vía de la reinserción individual.

¿Qué falta para el final definitivo?
El proceso es muy lento para evitar escisiones. Pero el desarme es cuestión de semanas, como mucho en dos meses harán el anuncio, antes de las europeas.

Adviertes de trabas desde la derecha….
Soy muy crítico con algunos pasos del PP y especialmente con el ala interna del Tea Party español, que ahora exige condiciones que no estaban contempladas en Ajuria Enea. ¿Qué es ese disparate de que ETA está ganando? ¿Y acaso pretenden negar la posibilidad de reinserción de un etarra como la de cualquier preso? Es un obstáculo que ha surgido y al Gobierno le han temblado las piernas. Esperemos que no ceda a esas presiones de ilegalizar la izquierda abertzale, por supuesto la violencia podría resurgir.

¿Equiparar las reivindicaciones independentistas con la victoria de ETA no es negar la vía política al soberanismo?
La política siempre ha querido que ese espacio de reivindicación legítima se ocupara, deberíamos estar encantados. Bildu no es ETA. Además es que por parte de ese sector ultra de la derecha asistimos a una auténtica impostura. Mayor Oreja y Aznar utilizaron la política penitenciaria y ahora que no cuesta nada y el final es inminente se oponen. No quieren que esto se acabe, ¿por qué?

Apelan a aquello del “relato”…
Un relato único no va a existir nunca, es imposible, los historiadores dirán en el futuro, pero es que no puede haberlo. Una mayoría estará con las víctimas frente a los asesinos. Pero, ¿ha habido un relato único respecto a la Guerra Civil? Pues hubo unos sublevados fascistas y unos oprimidos republicanos, y otros tienen un relato diferente. Aznar se ha equivocado, hay que acabar ya con ETA.