El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo.



Al ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, la posición de García Margallo, ministro español de Asuntos Exteriores, le parece calcada a los discursos grandilocuentes en la ONU que pronunciaba aquel ministro de Franco, Fernando María Castiella. Sólo que ha llovido mucho. Entonces el cierre de la verja duró 13 años. Los que más sufrieron fueron los habitantes de uno y otro lado de la frontera. Como ahora.

Tan mal lo pasaron unos y otros, que Felipe González, en su primer consejo de ministros como presidente del Gobierno de España, ordenó abrir la verja “por motivos humanitarios”.

Hartos de las colas
Pero hoy, los gibraltareños, los miles de empleados españoles que acuden a diario a trabajar al Peñón, los propietarios de bares y restaurantes, los comerciantes de la comarca del campo de Gibraltar, están hartos de hacer colas de horas. Ven mermados sus ingresos, algunos cierran por falta de clientes gibraltareños que se abstienen de ir a cenar, de compras, de viaje por Andalucía, para evitar colas insoportables. Es decir, están muy tocados.

Además, las relaciones personales se han resentido ya que son habituales las parejas entre gibraltareños y andaluces. “Por mucho que se empeñen, los lazos humanos nunca se podrán partir, porque las personas quieren normalidad”, dice Picardo que orienta su enfado “ni mucho menos hacia España, sino hacia una parte del Gobierno español. Lo malo es que un parte sector de la ciudadanía española ha hecho suyo ese discurso”.

El análisis de Picardo no es revanchista. “Buscamos la paz con España.” Analiza la situación con esmero, sin olvidar que tiene sangre española ya que una de sus abuelas se refugió en Gibraltar al término de la guerra civil española.

Mal negocio para España
No será fácil recuperar la buena relación entre ambas partes. Fabián Picardo recuerda algunas reflexiones del ministro Fernando Morán, como aquella en la que dijo que sería “un mal negocio para España si nos dan Gibraltar en contra de los gibraltareños”.

- M.S-D. ¿Con un Gobierno español de coalición, Gibraltar correría más o menos riesgos?
-F.P. Depende. Con mayoría del PP, el tema no sería fácil porque como ahora volvería a alentar el nacionalismo. Pero con un partido socialista en el eje de una coalición,  sea con Izquierda Unida o con otro socio, imperaría otra actitud muchísimo más abierta.  Con Miguel Ángel Moratinos,  penúltimo ministro de Exteriores, su actitud fue mucho más positiva; de izquierdas. Así que, con un hipotético Gobierno socialista con IU, por ejemplo, la perspectiva sería diferente.

La voluntad de los ciudadanos
- En Ceuta y Melilla se hace lo que los ciudadanos quieren, continuar siendo españoles. ¿Qué pasa con Gibraltar?, porque sus habitantes quieren seguir siendo gibraltareños…
-Eso es así.  Es absolutamente correcta esa analogía. El tema está clarísimo.

- La cuestión de las aguas territoriales es más complicada.
-Está clarísima también. Cuando el Tratado de Utrech no se ponía título a las aguas.  En la cesión de Menorca a España, tampoco. Ni en los derechos del aire porque entonces sólo  Leonardo da Vinci sabía que algún día volaríamos. Yo acato la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar, los acuerdos de Helsinki  acerca de las fronteras fijadas después de la segunda guerra mundial, pero también hago mía una portada de ABC del año  1967, en la que Franco por decreto delimitaba el aire alrededor de Gibraltar. Además, delimitó con boyas en la bahía donde empezaban y acababan las aguas de Gibraltar.

Fabián Picardo, en su despacho. Fabián Picardo, en su despacho.



Paraíso fiscal o centro financiero
- El Gobierno español les acusas de seguir siendo un paraíso fiscal.
-Si le preguntamos a la OCDE, al FMI o a la Unión Europea, que son partes objetivas y determinantes para determinar cuales son los paraísos fiscales, sostienen que Gibraltar no es un paraíso fiscal sino un centro financiero absolutamente regulado.

- ¿Y el ministro principal qué dice?
-Que Gibraltar cumple a rajatabla la totalidad de las directivas de Europa. Absolutamente todas, en materia ambiental, en materia fiscal. Así, se lo hemos dicho a la UE. Una de ellas se centra en el intercambio de datos fiscales, que aplicamos con la mayoría de economías del mundo pero no con España porque se niega a firmarla.

- El ministro Cristóbal Montoro, advirtió que como España les había solicitado información y no se la daban, eso demostraría que eran paraíso fiscal.
-Pues no le hemos escuchado nada más a Montoro, por algo será. Cuando nos ha pedido información de manera correcta, siempre se la hemos dado. Lo cierto es que España no firma con nosotros un intercambio fiscal habitual porque considera que Gibraltar no tiene potestad para ello. Pero hay alternativas. Ya se aplica con España, una directiva de la UE sobre extradición aunque que no la hemos sucrito directamente con Madrid.

“No somos una colonia”
- Gibraltar sigue siendo colonia británica.
-Es un tema muy controvertido y quien dice que no somos una colonia están en lo cierto. Tenemos una Constitución que nos da pleno autogobierno en todo, sin llegar a la independencia, menos en Defensa y Relaciones Exteriores. A mí, me elige el pueblo de Gibraltar. Nuestra relación con Reino Unido es muy positiva y no colonial. Queremos que nos quiten de la lista  de colonias de la ONU, pero España se niega. Pienso que en el futuro tendrá una actitud más sensata.

- Económicamente no están mal.
-Así es. En 2012/2013 la renta per cápita ha sido de 40.882 libras esterlinas (49.184€), y  el salario medio de 26.747 libras esterlinas (32,178€).

Más incautación de tabaco
- El Gobierno de Rajoy defiende los controles en la frontera por el contrabando de tabaco.
-Es verdad que Gibraltar vende mucho tabaco, pero recibimos casi12 millones de turistas al año. Aquí se vende legalmente, pero luego hay gente que intenta importarlo a España ilegalmente. Nuestra legislación, inspirada en Andorra, prohíbe tener más de diez cartones sin no se dispone de licencia. La Policía y la Aduana de Gibraltar incautan a diario más cantidad de tabaco que la Policía y la Guardia Civil española en la frontera.

- ¿Hay salida?
-El Gobierno de Gibraltar quiere ser partícipe en la solución de ese problema, trabajando eficazmente con el Reino de España. Disponemos de un sistema sofisticado de control. Sabemos cuantos coches entran, cuantas veces atraviesa la frontera el mismo coche, donde va…

Los pescadores, muy quejosos
- ¿Por qué lanzaron al agua los arrecifes, los bloques de hormigón?
- Copiamos lo que había hecho la Junta de Andalucía y muchos otros para controlar dónde y cómo se pesca, y para crear una piscifactoría que favorecerá la pesca. Habrá muchísimo más pescado alrededor de ese arrecife. En breve, habrá una nueva normativa para pescar alrededor del arrecife.

- Pero hay un tropel de pescadores muy enfadado.
-Sí, unos 60, pero realmente el afectado directamente por los arrecifes es solo uno. Lo tenemos muy estudiado. En las cofradías de la Línea y de Algeciras, cuando no están las cámaras, aceptan que era sólo uno el que pescaba en esa zona concreta.

Nunca ha vivido en Sotogrande
- ¿El lanzamiento de los arrecifes, no se produjo como rechazo a la política de Margallo?
-No. En España se han vendido muchas mentiras sobre nosotros y espero que poco a poco se conozca la verdad de Gibraltar. Por ejemplo, yo nunca he vivido en España. Invertí en España en dos propiedades, como han hecho muchos europeos que pensaban que esa inversión era buena. Yo le vendo mis dos propiedades a cualquiera de los editores que han dicho que vivo en Sotogrande o en Marbella por los precios que ellos dicen que valen.

- La verdad se acaba imponiendo.
-Sí, pero a veces tarda, aunque yo confío mucho en el pueblo español. Las soluciones pasan por diálogo, diálogo y más diálogo, aunque  de momento están cerradas las puertas al entendimiento. Cada vez que el señor Margallo dice que vayamos a los temas importantes, es mentira, no quiere el diálogo. Está haciendo todo lo posible para que nunca consigamos acordar un marco razonable para hablar.

Margarita Sáenz-Diez es periodista y analista política