El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno. EFE El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno, en la que atacó a los medios de comunicación. EFE



El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha elegido el peor de los caminos, y el más indigno, para defenderse de las críticas a su gestión y a sus injerencias políticas en la Agencia Tributaria. A su acusación de evasión fiscal, este miércoles, contra los medios de comunicación, le responde hoy El Mundo de manera contundente con un gran despliegue, en portada, editorial e interiores. El ministro “mendaz”, como le califica este diario, le ha dado buena munición a Pedro J. Ramírez, en guerra abierta desde hace tiempo contra el Gobierno de Rajoy. Desde El País, la respuesta ha sido tibia –relegan su respuesta a las páginas económicas- pero le advierten a Montoro de que está a nada de cometer un delito de prevaricación.

"Montoro coacciona a los medios críticos"
El Mundo titula en su portada que “Montoro difama y coacciona a los medios críticos con Hacienda” y a su acusación de que “los medios de comunicación españoles tienen una gran deuda con la Agencia Tributaria, el diario de Pedro J. Ramírez responde: El Mundo no debe nada a Hacienda” y acompaña su afirmación con un certificado de la Delegación de Grandes Contribuyentes que confirma que el diario está al corriente de los pagos con Hacienda.

No está a la altura del cargo de ministro de Hacienda
En su editorial, El Mundo recrimina a Montoro “una incontinencia verbal que resulta incompatible con la responsabilidad que desempeña”, pero que “ayer se superó a sí mismo al realizar una serie de afirmaciones en el Congreso que suponen una abierta coacción a los medios de comunicación que criticamos su gestión, un hecho sin precedentes en la historia de nuestra democracia”, según señala en su editorial.

La Ley Tributaria prohíbe revelar datos de contribuyentes
El diario de Pedro J., que acusa a Montoro de “amenazar” a los medios de comunicación, con métodos “gansteriles” y le recuerda que “la Ley General Tributaria prohíbe a los funcionarios de Hacienda revelar datos sobre los contribuyentes. Resulta insólito que lo haga el ministro, que debería dar ejemplo de respeto a la norma”.

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Críticas de los técnicos de Hacienda al ministro
El Mundo
incluye las declaraciones del secretario general del sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, quien advierte de que las acusaciones del ministro “afecta al derecho a la intimidad”, establecido en la Constitución. “No parece coherente que apele al celo profesional de los funcionarios, anunciando que les va a perseguir, incluso mediante auditorías, para controlar que no filtren información, cuando él se permite el lujo de realizar filtraciones”, afirmó Mollinedo.

El País advierte a Montoro del peligro de prevaricación
Desde El País, la crítica al ministro fue mucho más tibia, pero se ha recordado los ataques anteriores del ministro contra los cineastas –una revancha por sus críticas a los recortes del Gobierno en los premios Goya-, a Izquierda Unida, los sindicatos y periodistas, y le advierte de que un falso en falso le puede llevar a prevaricar. “Seguro que Cristóbal toca de oído, porque si supiera lo que dice por apellidarse Montoro, ser ministro de Hacienda y leer indebidamente expedientes, estaría prevaricando”, dice el diario de PRISA.

Montoro va camino del Guinness
Para El País, las “insidiosas denuncias” de Montoro “deben derivar de una, quizá congénita, arbitrariedad: actuar en sinrazón espoleada por el capricho. O quizá de la afición del calamar por echar tinta para difuminar sus huellas. Para tapar otros problemas”.

“Montoro va en esa asignatura derechito camino del Guinness. Un año diseña la infumable amnistía fiscal —mientras sube un impuesto tras otro— y al poco se sabe que uno de sus beneficiarios se llama Bárcenas. Otro año la Agencia Tributaria se convierte en Ucrania, al dimitir inspectores decentes, y sus jefes, porque aparentemente se les bloqueó una sanción a una multinacional”, critica El País.