José Antonio Vidal, concejal de Seguridad, graba a los niños que gritan desde el patio. Foto ELPLURAL.COM José Antonio Vidal, concejal de Seguridad, graba a los niños que gritan desde el patio. (Foto ELPLURAL.COM)



Alberto Fabra y su corte empiezan a vivir el síndrome de ‘El álamo’. El desmoronamiento de su Gobierno está acelerándose de tal forma, que apenas puede salir del ‘fuerte’ que significa el Palacio de la Generalitat sin encontrarse con gritos y repulsas por parte de un creciente número de ciudadanos, de toda condición y edad. Una situación que, aunque Fabra está pidiendo calma y ha asegurado que no va a hacerle cambiar su agenda, está llevando sin embargo a vivir situaciones difícilmente aceptables y directamente bochornosas.

Ocho furgones de la policía, más Guardia Civil y policía Local, para proteger a Fabra
La última la que se vivió este miércoles en Xátiva. Acudía Fabra, junto a la ministra Ana Pastor, y el alcalde de la ciudad, Alfonso Rus, cabeza además del PP en la provincia, a inaugurar la restauración de un convento. Pero el ambiente en la zona era sin embargo, lo menos bucólico imaginable. La policía local, más varios furgones, hasta ocho, de la Policía Nacional, con refuerzos de la Guardia Civil, habían convertido la zona en un pequeño gueto.

La calle cortada, el acceso al acto resultaba prácticamente imposible incluso para los invitados, muchos de ellos políticos del propio PP, y los periodistas acreditados, mientras los varios centenares de vecinos y trabajadores de Canal Nou que habían acudido con la intención de protestar eran retenidos a decenas de metros con sus carteles con fotos de Fabra, que mostraban boca abajo en señal de repudio. Muy lejos, todo, definitivamente, del ambiente de tranquilidad y normalidad que el presidente valenciano asegura que quiere mantener.

"Que torne Canal Nou", "volem Canal Nou"
Pero la situación aún iba a empeorar hasta volverse esperpéntica en los minutos posteriores. En su recorrido, la comitiva tuvo que pasar por delante de las vallas de un colegio público, el Taquigraf Martí. En ese momento los niños estaban en el recreo. Y al reconocer a Fabra comenzaron a gritar “que torne Canal Nou”, “Volem Canal Nou” y “Fabra dimissió”. La sorpresa y el enfado entre los que pasaban llevó a un gesto injustificable del concejal de Seguridad y Recuersos Humanos, el miembro del PP José Antonio Vidal, que se armó, en este caso no es una forma figurada de hablar, de su teléfono y comenzó a grabar a los niños, mientras se quedaba mirando la escena después de que ya había pasado la comitiva, se supone que para intentar identificar y recordar los rostros de los maestros que asistían a la escena sin reprimir a los estudiantes.

Si la posición desafiante del concejal ya produce perplejidad, aún resulta más alarmante lo que sucedió a continuación, ya que pasada la comitiva, con los niños comenzando a retirarse a las aulas para proseguir las clases, la policía accedió al recinto para acallar a los niños que aún gritaban y se pusieron en contacto con la directora para, al parecer, intentar descubrir quien había incitado aquellas protestas. Según dijeron a periodistas posteriormente los docentes, la reacción había sido espontánea por parte de los niños, que desde que se cerró Canal Nou vienen reclamando, por ejemplo, que vuelvan a pasarse los dibujos animados en valenciano que veían por las mañanas.

Fabra decide quien puede protestar: "los que mantengan las formas"
La directora del colegio, con la que entraron en contacto varios medios, se negó a comentar lo sucedido, pero no negó tampoco los extremos que contamos. Mientras, el PSPV de Xátiva hizo público un comentario en el que calificaba de “intolerable y miserable” el hecho de que se grabara a unos menores por mostrar su repulsa a una decisión como es el cierre de la televisión, y el intento de “hacer callar a unos niños”. Ximo Puig, el secretario general socialista, este jueves ha declarado que "la imagen de un concejal del PP graban a unos niños que estaban cometiendo el grave crimen de reclamar el retorno de los dibujos animados de Canal Nou es sobrepasar todos los límites".

La reacción del PP, sin embargo, no parece que vaya a modificarse. De vuelta a Valencia, en otro acto en el Palau de les Arts, es decir, ya se supone que con el ánimo más calmado, Alberto Fabra advirtió que “vamos a denunciar los comportamientos punibles”, aunque al tiempo decía que estaba dispuesto a aceptar las protestas siempre y cuando se produzcan “manteniendo las formas”. Los niños, hay que subrayar, se limitaron a gritar sin lanzar ningún objeto ni mostrar ningún tipo de violencia hacia el Presidente de la Generalitat, la ministra de Fomento ni el alcalde de Xátiva.