Niños en el comedor de un colegio público EFE/Archivo



La situación en la que se encuentran niños catalanes en riesgo de exclusión que no tienen garantizada una comida al día ha vuelto a saltar las alarmas con el recorte de becas de comedor a familias que cumplen los requisitos económicos. Según publican este martes El Periódico de Cataluña y La Vanguardia, la mitad de los más de 9.500 escolares de la comarca del Vallès Occidental que habían solicitado una beca de comedor para este curso se han quedado sin la ayuda, y lo mismo ocurre en el Baix Llobregat. Este verano, se hizo público un duro informe del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que denunció que 50.000 menores sufren privaciones alimentarias o malnutrición en esa comunidad.

1,8 millones prometidos que no llegan
En el Baix Llobregat, dos de cada cinco de los casi 9.000 niños que han solicitado becas de comedor se han quedado sin la ayuda. El Consell Comarcal ha reclamado a la Generalitat ayuda "urgente", y lo mismo el de la comarca del Vallès Occidental. El Gobierno de Artur Mas se defiende alegando que ha aumentado el presupuesto en 1,8 millones, pero lo cierto es que ese extra no llega aún a los gobiernos comarcales que ahora deberán enviar los expedientes denegados para que sean estudiados por la Generalitat, mientras las familias permanecen desatendidas.

Un aumento de solicitudes de becas
Las cifras de niños en dificultades han superado todos los pronósticos. La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC) había previsto que se quedarían desatendidos 10.000 alumnos, pero sólo entre el Baix Llobregat y el Vallès Occidental la cifra se ha disparado a 8.200. Estas regiones han sufrido un aumento de las solicitudes, de entre un 13% y un 20%. En Barcelona, también se ha producido un aumento, del 9%, que eleva las solicitudes a 21.165 peticiones.

Unicef denunció un 24% de niños pobres en Cataluña
Las denuncias de los gobiernos comarcales ha vuelto a saltar las alarmas, después de que el verano pasado colegios y entidades sociales advirtieron del riesgo de que muchos niños se quedaran sin comer de forma adecuada en julio y agosto, los meses en los que los comedores escolares cierran. Según datos de Unicef recogidos por El Periódico de Cataluña, en esa comunidad había un 24% de niños pobres en 2012, un 5% más que dos años antes.

El demoledor informe del Defensor del Pueblo catalán
En agosto, el Defensor del Pueblo catalán, Rafael Ribó, presentó un informe que hablaba de 50.000 niños malnutridos. Estos datos no fueron bien recibidos por la Generalitat, que atacó a Ribó acusándole de pretender alarmar y, además, pasó la pelota a los ayuntamientos. La Sociedad Catalana de Pediatría desautorizó en un primer momento al Defensor del Pueblo catalán para terminar rectificando luego y admitir que hay malnutrición en niños catalanes.

Niños valencianos
El riesgo de exclusión no sólo afecta a Cataluña. Desde otras comunidades han surgido datos que indican que muchos niños sólo tienen garantizada una comida caliente al día, la que reciben en los comedores de los colegios. Una situación que están enfrentando de diferente manera gobiernos de derechas, como el de CiU en Cataluña, y de izquierdas. Este verano se conocía también que en la Comunidad Valenciana, los recortes y la mala gestión del Gobierno del PP dejaba sin comer a 260 niños en el colegio público Isla Tabarca, en un barrio deprimido de Alicante.

Castilla-La Mancha
En Castilla-La Mancha, el PSOE ha denunciado que a pesar de que en la región hay 90.000 familias con todos sus miembros en paro y uno de cada cuatro niños está en riesgo de exclusión social, el Gobierno de Cospedal sigue sin poner un euro en becas de comedor. Los socialistas recordaron que con el último año del PSOE al frente del Gobierno de Castilla-La Mancha, “8.500 niños pudieron comer gratis en los colegios gracias a las becas”.

Andalucía y sus tres comidas al día
En Andalucía, donde se han detectado igualmente casos de riesgo de malnutrición en niños, la Junta puso en marcha, en abril, un plan contra la exclusión social dotado con 16 millones de euros por medio de un decreto ley, para garantizar, entre otras cosas, tres comidas a estos menores. Una iniciativa que, por cierto, le valió las críticas y las burlas del PP y sus medios de comunicación afines.