El aeropuerto de Castellón sigue siendo de Guiness. Sólo pájaros 'aterrizan' o 'despegan' allí. Una gran estatua de metal y de más de 20 toneladas, en una especie de espera melancólica, sigue, sin embargo, mirando hacia las pistas vacías. La estatua, de cuya cabeza surge el único avión que se ha visto por allí, homenajea al 'ilustre' impulsor de semejante fiasco: Carlos Fabra, cacique local y, durante lustros, capo del PP de Castellón. Un hombre que, como su obra, se está quedando completamente solo.

La gigantesca estatua, 'germen y esperma' de Carlos Fabra, según su autor, un 'protegido' del político. Foto EFE



"Germen y esperma" de la forma de hacer política del PP valenciano
Tanto como el aeropuerto, resultado de un dispendio absurdo y reflejo de un tiempo de 'nuevos ricos', la propia estatua es un magnífico símbolo de la política que durante los últimos 25 años llevó a cabo el PP valenciano. El 'monstruo', de 24 metros de altura, costó 300.000 euros, y la realizó 'el Dávalos' castellonense, Juan Ripollés, artista oficial de la administración castellonense que tiene es y en justa reciprocidad, durante años fue uno de los grandes 'palmeros' del que era presidente de la Diputación Castellonense y su 'mecenas': "una figura a la que le saldrá de la cabeza un avión, ese es el germen y esperma del nacimiento de la obra", dijo Ripollés, sin cortarse un ápice, cuando presentó la obra delante del propio Fabra.

No consta que Ripollés vaya a esperar a Fabra el próximo 2 de octubre a la entrada de la Audiencia de Castellón con una pancarta en la que alabe el esperma del expolítico. Todo indica más bien que ese día, cuando se inicie la vista contra él por un delito continuado de tráfico de influencias, un delito continuado de cohecho y cuatro delitos contra la Hacienda Pública, y por los que podría ser condenado a 13 años de cárcel y una multa de casi dos millones de euros, Carlos Fabra, hombre acostumbrado a los halagos y los aplausos de todos los que le rodeaban, se encontrará mucho más solo de lo que nunca antes ha estado.

Fabra alcanza el Olimpo del PP de la mano de Aznar
El otro Fabra, Alberto, actual presidente de la Comunidad valenciana y su 'cachorro' durante un tiempo; su antecesor, Francisco Camps; el ínclito Esteban González Pons, el valenciano de cuota en la cúpula de Génova.., incluso, y cómo no, Mariano Rajoy... todos le visitaron y le alabaron cuando Fabra no era el tuerto en el reino de los ciegos en el que se ha convertido 'el milagro económico' valenciano, sino un rey Midas que lograba votos.., y seguramente no poco dinero tanto para el PP valenciano, como para el nacional.

Carlos Fabra comenzó a tocar el Olimpo 'popular' cuando tuvo la suerte de convertirse en el 'agente de viajes' veraniego de la familia Aznar-Botella, entonces aún pareja líder de la oposición. Aquellos veranos en los que el futuro presidente, señora e hijos se acomodaban, Fabra mediante, en el chalet que José Soriano, presidente de Porcelanosa tenía en Les Playetes. El tiempo en el que el 'cacique' de Castellón supo mostrar todo lo que podía aportar al partido, y que le convirtió en un hombre con un peso en Génova aparentemente mucho mayor de lo que podría corresponder al peso de su 'reino'.

"Siempre ha contado con el apoyo de su partido" (Rajoy)
Eran los tiempos de las alabanzas. Halagos y 'meteduras de mano en el fuego' que continuaron incluso cuando empezó a caer su figura, acosado Fabra por la justicia que le acusaba de cohechos y fraudes a la Hacienda. Frases de apoyo que entonces pronunciaban sin cortarse los líderes 'populares' porque, como ha expresado tan bien Rajoy este jueves en la televisión norteamericana Bloomberg, en el PP consideran que "hay cosas que no se pueden demostrar".

 

Rajoy en Castellón en julio de 2008, junto a los ahora diputados, e imputados, Ricardo Costa y Vicente Rambla, al imputado Carlos Fabra, al investigado por el caso Nóos, Francisco Camps, y el sucesor de Fabra, Javier Moliner, el diputado Manuel Altava, Juan José Monzonís (primero a la izquierda), entonces presidente de la autoridad portuaria a punto de sentarse en el banquillo y Jorge Moragas, jefe del Gabinete actual de Rajoy



Apoyos que se mantuvieron hasta tan tarde como 2010, cuando la fiscalía anticorrupción ya tenía a Fabra completamente rodeado. Rajoy el primero. El ya presidente del PP, que había dicho de Carlos Fabra que era "ciudadano y político ejemplar" años antes, en una entrevista en el ABC repetía juicios de apoyo: "una persona de gran experiencia política", comenzaba con la obviedad, para luego rematar: "siempre ha contado con el apoyo de su partido, de los ciudadanos y seguro que no defraudará ni a uno ni a otros". Claro, que era también el tiempo en el que Rajoy aún decía de Camps, del que poco tiempo después se retiró como de un apestado, que "tiene el apoyo total de la dirección nacional del partido".

Un monarca sin nadie que "le mueva el trono"
Precisamente el entonces aún presidente valenciano fue otro de los principales 'palmeros' de Fabra. Durante una cena homenaje que se le hizo al presidente de la Diputación castellonense ese verano de 2010, Camps, muy en el estilo florido de los 'populares valencianos', dijo que "en 200 años de historia, nunca un líder político ha hecho tanto por la provincia de Castellón", antes de rematar que "se dejó la vida por su tierra" a pesar de que sufría "ataques absurdos y bárbaros" y "seis años de linchamiento mediático".

Claro, que puestos a ver quién llegaba más lejos en el halago, a Alberto Fabra, entonces aún 'solo' alcalde de Castellón, nadie le pudo ganar. En el diario local, Mediterráneo, escribían esto sobre su intervención: "En un discurso, muy metafórico, el alcalde de Castellón comparó a Carlos Fabra con Ricardo Corazón de León, “un rey muy querido y muy temido por sus adversarios”. Un “monarca”, que a diferencia del inglés, “no ha tenido a un Juan sin Tierra” que “lo mueva del trono”". Difícil de superar.

Aún así, en este homenaje al que nos referimos, que se hizo por el regreso a la actividad de Carlos Fabra después de un trasplante de hígado, no hubo representación de Génova. Esteban González Pons, sin embargo, otro de los que a menudo participaron en el coro de los aduladores, se encargó, en el mismo tono gradilocuente, de dejar las cosas claras: "el partido es uno y está siempre presente en todos los actos y en todos sus estamentos".

Fabra y Bárcenas, y los dineros del PP
Ningún parecido entre toda esta colección de alabanzas y lo que se verá a partir del próximo 2 de octubre en la Audiencia de Castellón, donde anticorrupción debe echar luz sobre todas las ramificaciones que crecieron durante los años de 'poder' de Carlos Fabra en las administraciones de la Comunidad y del Estado, por lo que hasta 70 personas están citadas. Algunos de ellos exministros de Aznar, como el presidente actual del Congreso, Jesús Posada, y su segunda, Celia Villalobos, o incluso actuales, como Miguel Arias Cañete, que ejercerán su derecho a declarar por escrito, otros como el propio González Pons, al que se verá desfilar para explicar en qué consistía el poder de Carlos Fabra.

Una pregunta a la que quizás dio respuesta el propio Fabra hace unos meses, cuando en sólo 24 horas rectificó un comentario que había realizado sobre Luis Bárcenas calificándole "sinvergüenza como la copa de un pino". Lo dije "en caliente",  se disculpó ¿Qué pasó en esas 24 horas para que alguien a quien no se conocía el desdecirse, llamara a la prensa para disculparse? ¿Es especular mucho que quizás alguien le pudo enviar un sms o hacerle una llamada? Fabra y Bárcenas, los dos, sin duda saben mucho de cómo se financiaba el Partido Popular, y cómo le llegaba el dinero a ese partido.