Parece que no pasa una semana sin que Celia Villalobos monte uno o dos espectáculos en el Parlamento. Su pasado como ministra de Sanidad ya estuvo plagado de anécdotas, pero su papel como vicepresidenta del Congreso está alcanzando una nueva dimensión por su incontinencia verbal. La última fue ayer y de ella hemos informado, pero llama la atención que Villalobos no sólo no reconozca sus excesos, sino que afirme alegremente que representa su papel de sustituta de Jesús Posada "con bastante rigor".

Sin embargo, no llevamos ni media legislatura y los excesos de Villalobos ya no pueden contarse con los dedos de la mano. Estos son algunos de sus peores momentos desde que Mariano Rajoy decidió darle un papel de relevancia institucional como es el de vicepresidenta del Congreso.

Examen de inglés
Sin ir más lejos, la pasada semana expulsó de la tribuna al portavoz de ERC, Alfred Bosch, por hablar en inglés como denuncia de la situación que viven los profesores en Baleares, actualmente en huelga indefinida. Villalobos despachó a Bosch recordándole que “no se está usted examinando de inglés".



Reuniones prohibidas
En abril de este año, Villalobos se plantó visiblemente ante unos diputados socialistas que iban a usar una sala del Congreso para celebrar una reunión sobre la reforma de la ley del aborto. “La reunión que vais a celebrar, me ha dicho el presidente que no se puede hacer”, les soltó Villalobos. No se les dio ninguna explicación de por qué no podían utilizar una sala que pasó el resto del día vacía. También fue muy sonado su enfrentamiento con Sabino Cuadra, portavoz de Amaiur, al que le hurtó la mitad de su intervención, lo que provocó el enfado del diputado vasco.



Correos masivos
Pero a Villalobos no le hacen falta diputados de la oposición para montar lío, como se descubrió en mayo de este año. Resulta que la vicepresidenta del Congreso usó los medios públicos para enviar correos electrónicos masivos con los que felicitar a los agentes electorales que participaron en la campaña de Rajoy; y de paso pedirles que echaran un cable a Javier Arenas en las últimas elecciones andaluzas.

Pérez de los Cobos, intocable
Este verano, durante la Diputación Permanente, Villalobos impidió a la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, que hablase durante el debate de la militancia en el PP del presidente del Tribunal Constitucional. Rodríguez achacó la actitud de la vicepresidenta a su "nerviosismo" por el tema, dadas las informaciones que vinculan a su marido, Pedro Arriola con Francisco Pérez de los Cobos.

Soraya la mala
Por cierto, hablando de Soraya Rodríguez hay que recordar el incidente de diciembre de 2012, cuando Villalobos calificó a la socialista, una diputada bajo su amparo, como "Soraya la mala", en contraposición con la "buena", que es la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

El diputado machista
Villalobos no suele pasar una cuando preside la tribuna, como hizo al obligar al diputado de Izquierda Plural, Joan Coscubiela, a retirar la palabra "chulería" que había usado para referirse a los miembros del PP. Eso sí, luego ella no tiene reparos en llamar "machista" a un diputado socialista desde la Presidencia por haber criticado a la ministra Ana Mato.



Enmiendas con nocturnidad
La diputada malagueña tampoco se cortó un pelo a la hora de encararse con los diputados de la oposición que en mayo de 2012 protestaron por la nocturnidad con que actúa el PP. Villalobos, en la Comisión que tenía que aprobar el proyecto de la reforma laboral, presentó de repente 26  enmiendas pactadas con CiU y UPyD el día anterior a última hora. Algo imposible de estudiar para los otros diputados, que tacharon la decisión "antidemocrática". “Antidemocrática será porque lo dices tú”, contestó Villalobos con su habitual tono a Coscubiela.