El extesorero del PP Luis Bárcenas y el expresidente de Gobierno José María Aznar



No es la primera vez que se ofrece un perfil de Luis Bárcenas en el que aparece como muy insatisfecho con las maniobras del PP para librarle de la cárcel, por ejemplo Raúl del Pozo ha insistido en esa dirección. Pero Interviú lo hace muy explícitamente en su número de esta semana dibujando el perfil de alguien que confía ciegamente en las injerencias políticas sobre los procesos judiciales y que tiene un claro referente en ese ámbito: el expresidente José María Aznar.

Rajoy es afectuoso pero prefiere al "eficaz" Aznar
La revista del grupo Z explica a través de testimonio de amigos del extesorero que Bárcenas lamenta la falta de empatía de Aznar -bajo cuya presidencia en el PP fue ascendido a gestor de las cuentas del partido- ya que no le ha llamado ni una vez desde que empezara su calvario judicial, apuntando que "no parece humano". Pero hace una clara distinción respecto con Mariano Rajoy, a pesar del afecto que siempre le ha mostrado el presidente, porque cree que a pesar de su frialdad su predecesor habría sido "eficaz" y un verdadero líder.

"Aznar no habría mandado abrazos para mí, ni besos para Rosa [su esposa]; no nos diría 'sé fuerte, aguanta' como hizo el otro. Puede que no sea un tipo humano, sí, pero esto lo habría arreglado [...] Habría cambiado a los fiscales, que son dos socialistas, todo el mundo lo sabe. Y habría decapitado a la Policía, a toda esa gente puesta ahí por Rubalcaba y que siguen".

Señalan a Gallardón
Aunque se hayan producido presiones sobre las fiscales del caso, Bárcenas quiere más: "No hay que sugerirles, no sirve. Hay que cambiarlas". Y apunta claramente a una dirección: "Eso depende del ministro de Justicia, de Gallardón. El que tenía que presionarle era Rajoy y no le ha presionado como debía, a la vista está. Aznar habría llamado a Gallardón y le habría dicho: hazlo. Si se hubiera negado, adiós al Consejo de Ministros".

Muerto políticamente pero fuera de la cárcel
Bárcenas daba por descontado que no había posibilidad de rehabilitación política para él y que el propio Aznar no le habría querido ni ver una vez resuelta su situación, pero si cree que se le podía haber evitado la cárcel. De hecho el juez Pedreira le retiró las imputaciones hasta que Pedraz reabrió la causa. En este sentido echa de menos las diligencias de Federico Trillo y le guarda rencor por haberse marchado como embajador a Londres. También aseguran que ha roto lazos con otros de sus valedores en el PP, Gerardo Galeote y Javier Arenas, e insisten en su inquina personal por la secretaria general del partido, Mª Dolores de Cospedal, por considerar que no le defendido lo suficiente y le negó su indemnización por despido.

Mucho rencor pero seguirá callando
Pero tras todos estos recelos internos, el entorno de Bárcenas admite que no quiere hacer daño a los suyos a pesar de la información tan sensible que maneja respecto a las cuentas del PP: "Tiene artillería, tiene tanques, pero no es el momento. Cree que puede salir pronto de prisión. Es tiempo de ser buenos (...) Tengo mi seguro de vida a 48 horas ida y vuelta de Madrid".