Lo que debiera ser un acto de absoluta normalidad y hasta de satisfacción, la asistencia del ministro de Educación a la apertura del curso de una universidad, se ha convertido en algo imposible tratándose de José Ignacio Wert. Y no falta razón, porque lo cierto es que el político la lía por donde pasa, por su reforma de la enseñanza, que incluye recorte de derechos y que está siendo una amenaza para familias sin recursos, y por la propia personalidad de Wert. El ministro peor valorado del Gobierno tendrá el triste mérito, además, de llevar en su curriculum que provocó la suspensión del acto oficial en la Universidad de Zaragoza para dar la bienvenida al curso 2013-2014.

"Ante la certidumbre de alteraciones"
Según apunta la universidad en un comunicado, ha trasladado al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte su decisión de suspender el acto "ante la certidumbre de alteraciones en el mismo, que pudieran desencadenar incidentes de mayor gravedad".

La Junta de Personal de Administración y Servicios de la Universidad de Zaragoza había convocado a una concentración a los trabajadores, comunidad universitaria y a la ciudadanía este lunes en el edificio Paraninfo. En una nota divulgada por la junta, recogida por Europa Press, se explicaba que "no estamos para celebraciones" en un momento en el que las políticas del ministro Wert "suponen un serio deterioro de la educación pública y de la investigación científica, además de fomentar la desigualdad y el retroceso social". No era la única protesta, otros colectivos habían anunciado movilizaciones.

El desplante de los mejores expedientes al ministro
La cosa tenía visos de complicarse y en un intento de apaciguar los ánimos, la consejera de Educación del Gobierno aragonés, Dolores Serrat, pidió “respeto” hacia el acto de apertura del curso y a la presencia del ministro.

Wert no es bienvenido ni en el ámbito educativo ni en el cultural. Tuvo una importante repercusión el desplante, en junio pasado, de varios estudiantes al recoger el Premio Nacional de Fin de Carrera, que le negaron el saludo al ministro como gesto de protesta por su reforma educativa. En el acto, se podía ver las camisetas verdes que portaban participantes en el acto para protestar por los recortes en Educación y a favor de la escuela pública.

La bienvenida de los actores en la gala de los Goya
Algo similar le pasó a Wert en la ceremonia de los Premios Goya, en abril pasado, en la que los actores le dieron muestras de todo menos de cariño, al criticar durante toda la gala sus recortes. Él se encargó después de cargar contra el gremio, al afirmar que “no tuvieron ni el mínimo respeto institucional" y que su actitud demostraba que el mundo del cine “no tiene simpatía hacia el PP”.

Ideológico, arrogante, sectario, agitador...
Lleva a cabo una política de recortes que desaprueba una mayoría de ciudadanos, pero no se puede decir, tampoco, que el carácter del ministro ayude. La número dos del PSOE, Elena Valenciano hizo un resumen que vale para hacerse una idea del personaje: "ideológico", "arrogante", "antiguo", "sectario", "agitador", de "actitudes hostiles e incapaz para el diálogo”.

Frases para la polémica
Esto explica frases de Wert, como ésta: “Nuestro interés es españolizar a los niños catalanes", pronunciada en el Parlamento en octubre pasado, en un momento especialmente delicado en el que se tersaba la cuerda entre la Generalitat y el Gobierno de Rajoy.

Tampoco fueron afortunadas son declaraciones sobre el rescate bancario. "Cuando se dice que los Gobiernos tienen que ayudar a la gente en vez de a los bancos, es una petición por lo menos mal formulada, porque ayudar a los bancos es ayudar a la gente", afirmó.

Acusó a las familias desfavorecidas de no dedicar recursos a la educación de sus hijos
La comunidad educativa no ha recibido bien otros de sus comentarios más polémicos: "No estamos para gastar 4.000 millones en estudiantes que dejan la carrera a medias", o "que la familia no tiene recursos para afrontar el pago de las tasas, evidentemente se pueden dar casos, pero ¿no tener recursos?, pregunto una vez más, ¿qué quiere decir? Que no se quieren dedicar recursos a eso en detrimento de otras posibilidades".