Ante la campaña de acoso que Hazte Oír (la plataforma ultraconservadora inspirada en la doctrina de movimientos religiosos como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo), ha iniciado para que las principales empresas dejen de anunciarse en el programa de telerrealidad Campamento de Verano (Telecinco), el presidente de Coca-Cola en España, Marcos de Quinto, ha realizado una cerrada defensa de la libertad de expresión.

“Prefiero que no la bebas”
Tras reconocer haberse sentido “acosado” por los integrantes de esta asociación antiabortista, de Quintos ha llegado a decirle al presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga que “si para que no dejes de beber Coca-Cola el precio a pagar es que yo tenga que pensar como tú, prefiero que no la bebas. En serio”.

 “El odio ciega a la gente”
El presidente de Coca-Cola en España tampoco ha tenido reparos a la hora denunciar que “el odio ciega a la gente y hay a quienes se les nota que su cruzada es contra un canal y nada más”. En este sentido, y tras recordar una de las muchas declaraciones que Hazte Oír ha realizado en contra de los homosexuales, de Quintos ha solicitado que los que piden boicotear a Telecinco aclaren si respetan “la dignidad de la mujer que libremente elige su opción sexual”. Acto seguido, el presidente de Coca-Cola en España ha preguntado a Hazte Oír si considera que “todos los que se anuncian en diarios con sección contactos la patrocinan y defienden el contenido”.

Doble rasero
En esta dinámica de denunciar el doble rasero de Hazte Oír, y al hilo del comentario de un internauta que recordaba que los antiabortistas “no se han hecho oír en contra de recortes en dependencia, sanidad, o educación pública”, de Quintos ha sentenciado que “quizás la misión de Ignacio Arsuaga sea salvar nuestras almas de la pérfida Telecinco y no tanto el ocuparse de nuestro cuerpo”.

Perdón cristiano
Por todo ello, el presidente de Coca-Cola en España ha lanzado la siguiente súplica a Hazte Oír: “Vale ya: dad vuestro perdón cristiano a Telecinco (que ya se disculpó) y dejad de amenazarles con los presupuestos de terceros”. Una petición que no ha sido atendida por los que en su día llegaron a pedir boicotear a El Corte Inglés por adornar sus fachadas con símbolos laicos. Incluso, los antiabortistas instaron a los ciudadanos a no comprar felicitaciones de Navidad de UNICEF porque “parte de los beneficios que obtiene esta ONG por su venta se destinan a financiar acciones que atentan contra el derecho a la vida y la dignidad de las personas, tales como acciones abortivas, edición de libros destinados a niños que informan sobre educación sexual bajo un punto de vista hedonista, o bien promueven campañas de esterilización entre mujeres jóvenes”.

El problema del fundamentalismo
Son todas ellas campañas de acoso a empresas que ponen en evidencia que “todo fundamentalismo acaba excediéndose”.