“Prefiero que no la bebas”
Tras reconocer haberse sentido “acosado” por los integrantes de esta asociación antiabortista, de Quintos ha llegado a decirle al presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga que “si para que no dejes de beber Coca-Cola el precio a pagar es que yo tenga que pensar como tú, prefiero que no la bebas. En serio”.
“El odio ciega a la gente”
El presidente de Coca-Cola en España tampoco ha tenido reparos a la hora denunciar que “el odio ciega a la gente y hay a quienes se les nota que su cruzada es contra un canal y nada más”. En este sentido, y tras recordar una de las muchas declaraciones que Hazte Oír ha realizado en contra de los homosexuales, de Quintos ha solicitado que los que piden boicotear a Telecinco aclaren si respetan “la dignidad de la mujer que libremente elige su opción sexual”. Acto seguido, el presidente de Coca-Cola en España ha preguntado a Hazte Oír si considera que “todos los que se anuncian en diarios con sección contactos la patrocinan y defienden el contenido”.
Doble rasero
En esta dinámica de denunciar el doble rasero de Hazte Oír, y al hilo del comentario de un internauta que recordaba que los antiabortistas “no se han hecho oír en contra de recortes en dependencia, sanidad, o educación pública”, de Quintos ha sentenciado que “quizás la misión de Ignacio Arsuaga sea salvar nuestras almas de la pérfida Telecinco y no tanto el ocuparse de nuestro cuerpo”.
Perdón cristiano
Por todo ello, el presidente de Coca-Cola en España ha lanzado la siguiente súplica a Hazte Oír: “Vale ya: dad vuestro perdón cristiano a Telecinco (que ya se disculpó) y dejad de amenazarles con los presupuestos de terceros”. Una petición que no ha sido atendida por los que en su día llegaron a pedir boicotear a El Corte Inglés por adornar sus fachadas con símbolos laicos. Incluso, los antiabortistas instaron a los ciudadanos a no comprar felicitaciones de Navidad de UNICEF porque “parte de los beneficios que obtiene esta ONG por su venta se destinan a financiar acciones que atentan contra el derecho a la vida y la dignidad de las personas, tales como acciones abortivas, edición de libros destinados a niños que informan sobre educación sexual bajo un punto de vista hedonista, o bien promueven campañas de esterilización entre mujeres jóvenes”.
El problema del fundamentalismo
Son todas ellas campañas de acoso a empresas que ponen en evidencia que “todo fundamentalismo acaba excediéndose”.