El anuncio de que a la vuelta del verano la Reserva Federal norteamericana dejará de imprimir dólares hundió a las bolsas, hasta tal punto que la bolsa de Madrid ha perdido en tres sesiones todo lo ganado en el año. No fue solo el anuncio de la Reserva Federal, las incertidumbres sobre la economía China y las fuertes restricciones de crédito en el gigante asiático también pusieron nerviosos a los inversores. En las últimas horas ha habido dos hechos que han recuperado, ligeramente, las bolsas europeas: el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha enseñado de nuevo su cañón financiero y el Banco Popular de China ha anunciado que inyectará más dinero a sus bancos.

Seguimos en muy malas cifras
Las últimas jornadas han sido tan malas que el repunte de hoy en el IBEX 35 de en torno al 2% se ha convertido en una buena noticia, pero el índice se ha quedado en los 7.800 puntos, por debajo de la barrera sicológica de los 8.000, y este es un mal dato. La prima de riesgo ha bajado de 331 a 318 puntos básicos, pero seguimos por encima de los 300, un nivel al que España no se puede financiar indefinidamente.

Draghi recuerda que no puede arreglarlo todo
El presidente del BCE se ha comprometido a "actuar cuando sea necesario" para mantener la estabilidad en la zona Euro, pero recordó  que el BCE no puede "crear crecimiento económico real", porque si la economía no crece es porque no produce lo suficiente o las empresas no son competitivas, y eso corresponde arreglarlo a los gobiernos y parlamentos nacionales.

Draghi recordó que el Banco Central Europeo eliminó primero las dudas sobre la supervivencia del euro y luego las dudas sobre la ruptura de la zona euro, porque hace un año de lo que se hablaba era de expulsar de la moneda única a los países con problemas y dejar el euro solo para los fuertes, pero el BCE no puede dar crédito directamente a empresas y a particulares.

El paro una "tragedia"
Draghi fue claro: "Ahora los gobiernos y los parlamentos deben hacer todo lo que puedan para aumentar el potencial de crecimiento, fortalecer la competitividad y construir una unión monetaria europea más fuerte y más estable".

Pero su gran preocupación es el desempleo, especialmente el paro juvenil, por lo que cada vez que comparece públicamente recuerda a los gobiernos que las actuales cifras de desempleo son "una tragedia".