El nombramiento de Arantza Quiroga como líder del PP vasco, en sustitución de Antonio Basagoiti, no ha gustado a Santiago Abascal, presidente de DANAES y una de las voces de ese entorno de línea dura que encabezan Jaime Mayor Oreja, María San Gil o Regina Otaola, reacios a reconocer el fin del terrorismo, tras el anuncio de ETA en la última etapa del Gobierno socialista. Abascal, que había anunciado la posibilidad de aspirar al liderazgo del PP en Euskadi, ha criticado en ‘El gato al agua’, de Interconomía la elección de la expresidenta del Parlamento vasco.

Reproches a Basagoiti
El presidente de DANAES ha reprochado a la dirección del PP vasco que no haya convocado un congreso para elegir al sucesor de Antonio Basagoiti, quien anunció hace unos días su decisión de salir de la política e incorporarse al sector privado.

"Basagoiti tendría que haber convocado un congreso asambleario para que todos los militantes del PP pudieran expresar sus opiniones, sobre todo en un contexto en el que hemos perdido casi dos tercios de apoyo electoral", afirmó Abascal en el programa de Intereconomía.

En opinión de Santiago Abascal, "no hay ninguna razón para no convocar un Congreso porque no estamos cerca de un proceso electoral, ni de ningún momento complicado". Sobre el funcionamiento de los partidos, en general, reprochó su escasa apertura a la sociedad. “Históricamente han funcionado así, cosa que no quiere decir que estuviera bien. Por eso, con la que está cayendo es exigible que se celebre un congreso abierto, no hay excusa para no dar voz a cada uno de los afiliados", añadió.

Había manifestado que valoraba presentarse
Abascal había manifestado un día antes, en el mismo programa, la posibilidad de presentarse a un hipotético congreso para la elección del líder del PP vasco. Vinculado al partido desde que tenía 18 años, el presidente de DENAES defiende a través de su fundación la unidad de España con un discurso radical y conservador.

Un hombre del PP
Fue miembro del comité ejecutivo provincial de los populares en Álava y presidente de Nuevas Generaciones en el País Vasco. Posteriormente, asesor del Grupo Popular en las Juntas Generales de Álava (2003-2004) y en el Ayuntamiento de Vitoria (2005).

En 1999, con 23 años, fue concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de Llodio (Álava), cargo en el que fue renovado en varias ocasiones. En 2004 ocupó un escaño en el Parlamento Vasco hasta 2009. Fue el número siete por Álava en las candidaturas de su partido en las Elecciones autonómicas vascas de 2009, sin embargo, no revalidó su acta de diputado en 2009, cuando el PP sólo consiguió seis escaños por dicha circunscripción.

Abascal ha dedicado buena parte del esfuerzo de su fundación a combatir las lenguas cooficiales de España. En 2009, tras el partido de final de la Copa del Rey, entre el FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao, presentó una querella contra ESAIT y Catalunya Acció por la pitada durante el himno de España, y la pancarta Goodbye Spain.

En la línea dura
Forma junto a políticos populares del País Vasco como Mayor Oreja, María San Gil o Regina Otaola la línea dura del PP en materia de política antiterrorista. En una entrevista en agosto de 2008 en Intereconomía, Abascal mostraba su radicalismo al narrar una anécdota en la que uno de sus hijos fue protagonista.

Una anécdota que le retrata
El presidente de DENAES se vanagloriaba de que su hijo Jaime, que jugaba un día con su hermana en el parque cuando “una manifestación de etarras” pasaba por el lugar, no pudo contenerse y gritó ¡Viva España!. “Dos veces, y más fuerte” que los lemas que decían los manifestantes.

Según contó, cuando se enteró de lo que había hecho su hijo, le dijo que se sentía “orgulloso por defender a España”, y que habían hecho un trato: él se ocupa de “los grandes” y su hijo “de los pequeños”.