Un centener de partidarios de Falange y el sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas (TNS), entre otras organizaciones, secundaron su particular movilización del 1 de Mayo, en la que corearon consignas franquistas. Momento en el que el líder del TNS, Carlos Rodríguez, pronuncia su discurso xenófobo y homófobo en la plaza de Chamberí (Madrid. (Captura vídeo de Diagonal) Un centener de partidarios de Falange y el sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas (TNS), entre otras organizaciones, secundaron su particular movilización del 1 de Mayo, en la que corearon consignas franquistas. Momento en el que el líder del TNS, Carlos Rodríguez, pronuncia su discurso xenófobo y homófobo en la plaza de Chamberí (Madrid). (Captura vídeo de Diagonal)



Consignas xenófobas y homófobas entre los nostálgicos del franquismo
El reportero Jaime Alekos, del periódico Diagonal grabó en un vídeo la llamada marcha "de la España social" convocada por La Falange, el Nudo Patriota y otros grupos nacionalsindicalistas que finalizó en la madrileña plaza de Chamberí, donde celebraron su particular Día del Trabajo coreando consignas franquistas. "España, Una, Grande y Libre", corearon después de cantar el Cara al Sol. No faltaron tampoco los vítores al dictador Franco ni las proclamas xenófobas y homófobas: "Esta Constitución nos la metieron con calzador, o mejor dicho, con vaselina, para que se enteren bien los del Orgullo Gay". "En momentos de necesidad patria, hay que ser español antes que persona (...) Cada español debe ser un soldado en potencia".

La Policía a los antifascistas
La movilización estaba autorizada por la Delegación de Gobierno. No así la concentración antifascista convocada en la plaza de Chueca, precisamente para expresar el rechazo a este tipo de manifestaciones nostálgicas. Los lemas que coreaban: "¡Madrid será la tumba del fascismo!" o "¡nazis no!". En cuestión de minutos fueron rodeados por los antidisturbios y dispersados posteriormente. Según denuncia Alekos, la Policía trató de forma desigual a estos activistas y muestra varias escenas en la que los agentes tratan con particular dureza a los periodistas que cubrían el acto.