El pasado mes de febrero, en ELPLURAL.COM les anunciábamos el enfrentamiento ya indisimulado entre el actual director de Informativos, Julio Somoano y entre quien, supuestamente, era uno de sus principales colaboradores, Jenaro Castro, responsable de todos los programas de noticias no diarios. En realidad, les decíamos entonces, no era eso sino una escaramuza más de las peleas que hay entre Génova y Moncloa. O más exactamente, de las que mantienen la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Una guerra en la que el control de los medios públicos no es parte pequeña.

Experiencia como redactora de listas e informes
La pelea se ha visto exacerbada por el suceso de las listas de 'caza de brujas' que se ha vivido esta semana, y de la que en este periódico les venimos hablando en detalle. Como les contábamos, la subdirectora de informativos, Cecilia Gómez, envió por error un correo electrónico en el que informaba a una de los miembros del Consejo de Administración sobre las tendencias políticas de una serie de trabajadores, en especial de los miembros del órgano de representación profesional de los redactores, el Consejo de Informativos. Un 'error' que provocó que Cecilia Gómez 'dimitiera'. O eso se dijo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Foto: PP El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Foto: PP



La consejera de Administración a la que enviaba su informe Cecilia Gómez era Charo Miralles, mujer de confianza de Génova. Eran ellas dos, según se apunta en RTVE, las que preparaban los informes que utilizaban los diputados populares para criticar y controlar la gestión de los presidentes anteriores de la Corporación. En este sentido, Cecilia Gómez no hizo nada nuevo, ya que tendría habilidad y experiencia para preparar listados de las tendencias políticas de los trabajadores de la empresa, según su criterio.  

Manipular groseramente, manipular con disimulo
Los hechos que se están sucediendo desde entonces parecen desmentir, sin embargo, que la dimisión de la subdirectora fuera voluntario. Y además están sacando a la luz, una vez más, la pelea que se produce en RTVE entre las dos 'familia peperas' que intentan controlar la Corporación. Una, más grosera en sus maneras, que quiere volver sin ambages a los tiempos del urdacismo, y que se apoya desde Génova. Este grupo tiene como cabeza más visible a Jenaro Castro,  responsable de Informe Semanal, y a él pertenece buena parte del grupo que desde semanas antes fue preparando el desembarco del PP en la radiotelevisión pública, entre ellos la subdirectora ahora cesada. Para entender lo que desearían hacer puede bastar un ejemplo: Maria Dolores de Cospedal, sin el más mínimo complejo de poder ser calificada de ultra, fichó como director de 'su' televisión, la manchega, a Nacho Villa.

El segundo grupo no renuncia a esa misma 'utilización' de los informativos de la pública en favor del PP y el Gobierno, pero busca un mayor disimulo. Un grupo despreciado por el otro, que los ve como 'acomplejados', y que controla desde Moncloa Soraya Sáenz de Santamaría a través del propio presidente de la Corporación, Leopoldo González Echenique, como informamos en el momento de su nombramiento, un abogado del Estado del círculo de confianza de la vicepresidenta y su esposo, Iván Rosa, fichado por Telefónica tras el ascenso al poder de su esposa, ambos también abogados del Estado. El principal exponente de este segundo grupo, un 'tránsfuga' del primero, Julio Somoano, que en su momento 'conspiró' junto a los 'genovitas' de Cospedal preparando el desembarco.

En despacho, sin destino, a la espera de que se cumpla una promesa
Según ha sabido ELPLURAL.COM, Cecilia Gómez, 'dolida' por lo que le ha sucedido, comenta sin ambages con sus compañeros que ha estado en Génova y que allí le han prometido amparo. Igualmente asegura que sólo aceptará una salida a su situación si no puede ser percibida como un castigo. Es decir, con un cargo de responsabilidad. En su favor se está manifestando sin reparos el otro único miembro de la 'candidatura sin complejos' que logró un cargo de responsabilidad, Jenaro Castro. Cecilia Gómez ha dicho públicamente en la redacción que si "se le deja caer, no lo hará sola". Y lanza amenazas más o menos veladas contra "los que le han traicionado" y, por supuesto, contra los miembros del Consejo de Informativos. Mientras, a la espera de ese destino prometido, al parecer, por Génova, la ya exsubdirectora ocupa un despacho en Torrespaña, sin destino.

La guerra entre las facciones del PP en TVE se recrudece. Igual que lo hace el choque entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáez de Santamaría.