El cartel de bienvenida al parque de Terra Mítica



El juez titular del juzgado de Instrucción número 3 de Valencia ha cerrado la instrucción del caso de las facturas falsas de Terra Mítica con la imputación de 37 personas, entre ellas varios ex directivos y los empresarios que habrían emitido las facturas. Entre los imputados figuran el expresidente del parque de Benidorm, Luis Esteban y el ex director general Miguel Navarro, quien en la actualidad está contratado en la Ciudad de las Artes de Valencia. Navarro cobra un suelo de 66.909 euros, similar al del presidente de la Generalitat, por asesoramiento técnico en las obras del complejo, aunque éstas concluyeron prácticamente en 2010.

Facturas falsas por 4,4 millones de euros
El juez Francisco Silla abrió en noviembre de 2005 una investigación al parque temático de Benidorm y a una veintena de empresas más por un presunto fraude fiscal en 2000 y 2001. Hacienda sufrió un perjuicio de 185.385 euros porque Terra Mítica se dedujo el IVA de facturas por valor de 4,4 millones de euros que nadie abonó. El juez exoneró de la causa a los directivos ahora imputados, pero hace un año la Audiencia ordenó de nuevo su imputación.

Además de Esteban y Navarro figuran como imputados el ex responsable de contratación del parque temático, Justo Valverde, el ex encargado de la dirección técnica del complejo Antonio Rincó y el empresario Vicente Conesa. El resto de los imputados son los responsables de distintas mercantiles, contratas y subcontratas, que supuestamente facturaron al parque por servicios que nunca llegaron a realizar.

El hombre de los grandes proyectos
Miguel Navarro fue el hombre elegido por la Generalitat Valenciana para poner en marcha dos de los grandes proyectos del Consell, la Ciudad de las Artes de Valencia y Terra Mítica de Benidorm. Navarro ocupó la dirección general del parque temático hasta octubre de 2001 en que fue relevado por John Fitzgerald, un hombre de la Paramount, al hacerse ésta cargo de la gestión.

Tras abandonar el complejo de ocio, Miguel Navarro desembarcó de nuevo en 2004 en la Ciudad de las Artes, de la que fue director general entre 1996 y 1999, con un contrato para prestar el “servicio de asistencia técnica de las obras del Palau de les Arts”. Desde entonces ha venido cobrando un sueldo de 66.909 euros, casi idéntico al del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Un sueldo que ha seguido cobrando aunque desde 2010 han terminado las obras en el edificio de la ópera.

Un pago de favores
Recientemente, el portavoz de EUPV en las Cortes, Ignacio Blanco, denunció que la contratación de Navarro no era más que “algún tipo de pago de favores, probablemente ligado a Terra Mítica. El diputado de izquierdas exigió la rescisión del contrato, “puesto que, tal como denuncia la Sindicatura de Cuentas, las obras están acabadas desde 2010”, y se preguntó que tipo de asistencia técnica de obras podía prestar un licenciado en Derecho y Ciencias Empresariales.

Protagonista de los primeros escándalos
El empresario Vicente Conesa, otro de los imputados en Terra Mítica, cuenta con una larga trayectoria judicial por presuntos casos de corrupción. Considerado el empresario clave del fraude mediante las facturas falsas, fue protagonista de los primeros escándalos que salpicaron al PP valenciano.

Conesa saltó a las páginas de los periódicos tras verse beneficiado por dos contrataciones del ayuntamiento de Benidorm: la elaboración de un mapa sonoro y de un mapa verde de la localidad turística. El estudio acústico no fue solicitado por el ayuntamiento sino que el propio Conesa fue quien lo ofreció directamente.

Una grabación histórica
En esta operación Conesa contó con la colaboración del entonces presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Sanz, que fue quien lo intrudujo en el círculo de los dirigentes populares. En el entorno del PP de la época se comentó la existencia de una grabación en la que en algunas de las conversaciones se aludía a las comisiones desembolsadas para obtener las contratas.

Procesado por acuso sexual
De esa grabación salió la frase atribuida a Vicente Sanz de que estaba en política para forrarse. Sanz perdió su cargo orgánico en el partido, pero su silencio en el episodio de Benidorm se vio recompensado cuando el PP accedió en 2005 a la Generalitat y fue nombrado secretario general técnico de RTVV, que llevaba aparejado el de jefe de personal. Allí permaneció durante quince años, hasta que en 2010 tres periodistas de Canal 9 lo denunciaron por abusos sexuales, amenazas y humillaciones. El pasado diciembre la Audiencia Provincial de Valencia dictó un auto de procesamiento contra él por un presunto delito de acoso sexual.