María Dolores de Cospedal saluda a Benjamín Prieto, presidente de la Diputación de Cuenca.



“La cabra siempre tira al monte”, dice un sabio refrán manchego para justificar ciertos comportamientos. El caso es que periódicamente líderes del PP castellano-manchego no dudan a la hora de hacer suyos ciertos símbolos fascistas y nazis, que la propia Ley de la Memoria Histórica prohíbe, pero que en muchas localidades de Castilla-La Mancha no solo se consienten, sino que su uso llega a convertirse en una distinción social.

El último caso es el protagonizado esta Semana Santa por el presidente de la Diputación de Cuenca, el popular Benjamín Prieto, hombre fuerte de María Dolores Cospedal en la provincia, y que decidió desfilar en la procesión del Miércoles Santo, acompañando al paso de San Pedro, luciendo en su capa blanca símbolos de la División Azul, fundadora de esta hermandad junto a los excombatientes de la Guerra Civil.

Un escudo nazi que pocos utilizan
Pero lo más curioso del atuendo mostrado por el presidente de la Diputación de Cuenca en la Procesión del Silencio, es que pocos, muy pocos hermanos, lucen ya en sus hombros el escudo de la División Azul, ya que el emblema oficial de la hermandad de San Pedro es la Cruz de Santiago, si bien hasta no hace mucho la mayoría de los cofrades mostraban en sus atuendos las flechas fascistas que Benjamín Prieto exhibió por deseo personal en la noche del Miércoles Santo por las principales calles de Cuenca.

Benjamín Prieto, en la procesión del Miércoles Santo, acompañando al paso de San Pedro, luciendo en su capa blanca símbolos de la División Azul



La hermandad de los excombatientes
De lo que tampoco hay duda es de los orígenes y de la filosofía política e ideológica de la Venerable Hermandad Religioso Benéfica de Excombatientes de San Pedro Apóstol, que aún hoy muestra en sus andas el medallero militar franquista, nazi y fascista, “como testigo de tradición y parte de la historia de la Hermandad, intentando conservar lo que sus fundadores nos legaron”, dicen en sus estatutos, en los que también se aspira a alcanzar un “igual sentir religioso en la vida pacífica que en el vivido en los tiempos de lucha de la Cruzada”.

¿La preferida del PP?
Sea como sea, la hermandad de San Pedro tiene cierto imán que atrae a destacados miembros del PP local, como al concejal capitalino y diputado provincial, Carlos Navarro, un individuo que llegó a abandonar el pleno del Ayuntamiento conquense cuando se votaba la retirada de todos los honores al dictador Franco, iniciativa que su partido, en 2009 en el poder, apoyó con sus votos. También pertenecen otros exportavoces parlamentarios e importantes miembros de NN GG. Y es que los cachorros del PP siempre han encontrado en San Pedro y su filosofía excombatiente una irresistible atracción.

El Opus Dei apoya a la cofradía
En circunstancias normales,  y aplicando la Ley de la Memoria Histórica, la hermandad de San Pedro debería retirar de sus andas la cruz de hierro alemana, o el casco laureado sobre cinco flechas de la División Azul y otros tantos emblemas ignominiosos que adornan la plataforma donde se apoyan las imágenes del paso. Sin embargo, el obispo de Cuenca, José María Yanguas, destacado miembro del Opus Dei, consiente esta apología del fascismo, cuando su homólogo ciudadrealeño, Antonio Algora, “el obispo rojo”, pidió a la cofradía de la Virgen de las Angustias que, “ante las interpretaciones de sesgo político que está provocando la exhibición del estandarte con el símbolo de la División Azul, se les ruega abstenerse de su utilización en procesión”. Los cofrades acataron las órdenes del prelado manchego. Cuestión de sensibilidades.