Estrategia política tras las actuaciones de la PAH
Y a continuación Cifuentes advertía que la estrategia política tras el PAH es "bastante radical, porque yo sí creo que hay intereses políticos... Si no, que me expliquen por qué el acoso se centra en los políticos del PP cuando la ley hipotecaria viene de antiguo, y fue el anterior gobierno socialista quien presumía de haber creado juzgados para apremias los desahucios ".
Antes, durante la entrevista, aunque se había mostrado contraria a los escraches, la delegada del Gobierno en Madrid en otro tono había defendido la legitimidad de las manifestaciones y los manifestantes, e incluso su comprensión con "las personas que sufren el drama de perder la vivienda y esto hay que entenderlo".
Intentan criminalizar a la PAH con ETA
Las acusaciones de ser 'filoetarras' contra Ada Colau y la PAH ya se habían producido, en especial en medios de comunicación de la derecha más ultra, a partir de que comenzaran a producirse las manifestaciones contra los políticos del PP (antes se habían dado en manifestaciones contra políticos de Izquierda Unida, como Cayo Lara, o del PSOE, como Juan Fernando Lopez Aguilar o Beatriz Talegón). Colau, que ha anunciado que consideran tomar medidas legales contra la delegada del Gobierno en Madrid, el pasado sábado, como puede verse, ya había escrito un par de tuits de denuncia sobre esta campaña: "denunciamos a quienes intentan criminalizar a la PAH con ETA".
Cristina Cifuentes, preguntada por ELPLURAL.COM, ha matizado sus declaraciones en RNE. "En absoluto he pretendido criminalizar a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ni hacer una descalificación general sobre ellos". Pero los comentarios en la red tanto de apoyo como de rechazo a sus palabras se han intensificado en la página de la PAH, en la de Colau, o en la de la propia delegada del Gobierno en Madrid.
"Falta de respeto con un movimiento que está siendo efectivo"
En el Congreso, el diputado del PSOE Antonio Hurtado ha calificado de "barbaridad" las palabras de la delegada del Gobierno en Madrid, y las ha calificado de "una auténtica falta de respeto sobre una presión social que está siendo efectiva".