El Tribunal Supremo ha decidido no admitir a trámite un recurso de la Asociación de Víctimas del 11-M contra el auto de la Audiencia de Madrid que cerró la investigación contra el exjefe de los artificieros de la policía Jesús Sánchez Manzano y una perito del Cuerpo Nacional de Policía llevada a cabo por la controvertida jueza Coro Cillán. De esta manera, la Sección Segunda de lo Penal del Tribunal da un carpetazo a los bulos alrededor de los atentados de Atocha, según adelanta El País.

Cabreo de Pedro J.
La noticia ha cabreado muchísimo a El Mundo, el gurú de la conspiranoia, que titula: “Nueva bofetada kafkiana a las víctimas del 11-M”. Insiste Pedro J. en que la Policía fabricó pruebas y apuntan a que cabría la posibilidad de reabrir el caso recurriendo a otro juzgado. Los conspiranoicos no se resignan.

La jueza Coro Cillán



"Una cosa juzgada" ya
Sin embargo, la Audiencia Nacional ha cerrado el caso por considerarlo cosa juzgada. De esta manera pone fin a la investigación de casi dos años de la jueza Coro Cillán, titular del Juzgado de Instrucción 43 de Madrid, por considerar que sobre estos hechos ya hay un proceso judicial con sentencia en firme de la Audiencia y del Supremo. La jueza fue elevada a categoría de heroína por medios de la derecha, como El Mundo y La Gaceta, entre otros, por alimentar la teoría de la conspiración.

La querella contra Manzano
El Supremo ratifica lo que ya dijo la Sección 17ª de la Audiencia de Madrid el 7 de febrero de 2007, en un auto en el que decretó “el sobreseimiento libre” de la causa que estaba instruyendo la jueza Cillán, que utilizó una querella de la Asociación de Víctimas del 11-M para reabrir la causa. La querella acusaba al exjefe policial de los artificieros en el momento de los atentados del 11-M, Jesús Sánchez Manzano, de ocultar y falsear pruebas sobre la matanza de Atocha.

La Asociación de Ayuda a Víctimas del 11-M, respaldada por la derecha mediática en su afán de alimentar teorías de conspiración alrededor de los atentados, se querelló contra Sánchez Manzano, al que acusó de obstaculizar la investigación.

Las razones alegadas por el Supremo
Las razones esgrimidas por el Supremo son que no hay “resolución de imputación equivalente a la de procesamiento” y que, incluso, “la propia instructora [la juez Cillán] proclamaba con insistencia que el estado de la investigación no había reportado información suficiente para adoptarla”.

El Tribunal considera que “es claro que falta el requisito para la admisión a trámite del recurso de casación por razón del tipo de resolución impugnada y cuya falta había sido denunciada en la impugnación por la defensa de los querellados”.

Cillán, una jueza en cuestión
La polémica jueza Coro Cillán está expedientada por el Consejo del Poder Judicial por varias faltas graves que supuestamente cometió en su juzgado en relación con otro caso, referido al cierre de la discoteca Moma de Madrid, en el que medió presuntamente a favor de una de las partes con las que mantiene una relación de amistad.

En la carrera de Coro Cillán ha habido expedientes disciplinarios y sanciones. En 1999 fue sancionada por retrasos injustificados y dos años después volvió a cometer esta misma falta. Cuando era ponente, ocultaba a sus compañeros de tribunal borradores de sentencia o no incluía en ellas los argumentos acordados durante la deliberación de asuntos judiciales, según publicó El País. En épocas pasdas, concretamente en 1979,  al ir como número dos por Guipúzcoa en las listas de Unión Floral del País Vasco, una coalición que reunió a franquistas y ultraderechistas.