Iñaki Urdangarin, junto al expresidente Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. (Archivo. EFE)



Rita Barberá, por mucho que ella intente desmarcarse, incluso con mentiras, era la llave que abrió las puertas de Valencia a la trama Nóos, según los correos hechos públicos por el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres. El subdirector de turismo, Jaume Mata, envió un correo electrónico en agosto de 2004 a uno de los empleados del duque indicándole que tuviera paciencia para la firma del convenio porque "la alcaldesa aún no se ha incorporado, por lo que no se ha podido despachar con ella los temas pendientes y confiamos poder tener novedades en la próxima semana", según relatan varios medios de comunicación (SER, El Mundo, El País...). Se refería a la primera edición del congreso Valencia Summit, que se celebró entre el 27 y el 29 de octubre de 2004. Iñaki Urdangarin y su socio se habrían llevado de la administración valenciana 3,5 millones de euros por la celebración de este congreso y sus otras dos ediciones.

Este fin de semana, Diego Torres confirmaba que la participación de Nóos en el Valencia Summit se organizó en Zarzuela, en una reunión en la que participaron Urdangarin, Francisco Camps y Rita Baberá. Camps se apresuró a negarlo. La alcaldesa no ha hecho declaraciones al respecto pero su vicealcalde, Alfonso Grau, sí ha desmentido el encuentro: "Hasta donde yo sé esa comida no se produjo. El grado de credibilidad que se le quiera dar a este señor -en alusión a Torres- pues también me parece muy aleatorio porque cuando dice unas cosas no es creíble y cuando dice otras sí que es creíble", aseguró Grau. "El Ayuntamiento no tiene nada que decir porque ni está ni se le espera", zanjó.

Sin embargo, entre las cosas que sí constan, al menos a los periodistas que han investigado este truculento asunto, es que justo una semana después de esa negada reunión en Zarzuela, Barberá y Camps hicieron llegar a Urdangarin una lista de posibles patrocinadores para el Valencia Summit en el que incluían empresas e instituciones públicas.

Rita Barberá se autoexculpó de la trama la semana pasada alegando que los pagos a Urdangarin se hicieron a través de una fundación privada que no tiene nada que ver con el Ayuntamiento. El propio Tribunal de Cuentas la dejó en evidencia al asegurar que de privada nada. Un informe del organismo señala que la “dependencia económica” de la fundación con respecto al Ayuntamiento “debería llevar a considerarla como integrante de ese sector público local”. Pese a sus esfuerzos por desmarcarse, Rita Barberá cada vez se perfila más como la hada madrina de Urdangarin.