El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy (4i), acompañado por el alcalde de Arganda, Pablo Rodríguez Sardinero (2i), el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (3i), la presidenta del partido en Madrid, Esperanza Aguirre (c), la alcaldesa de Madrid, Ana Botella (3d), y la ministra de Sanidad Ana Mato (4d), entre otros, a su llegada a la cena de Navidad de los populares de Madrid que celebraron en este 2012 en el municipio madrileño de Arganda del Rey. EFE



Aguirre lo dejó claro en su retirada, se iba de la primera línea pero no de la política. Y todos sus mensajes desde entonces no han estado exentos de polémica. Incluso ha utilizado su felicitación de Navidad para hacer un guiño a los ultracatólicos.

En plena polémica por la reforma educativa de Wert, la lideresa sale en defensa de la presencia de la religión católica en la escuela pública:
"Con mucha frecuencia, he llegado a preguntarme por qué tienen tanto interés los políticos de izquierda en erradicar el estudio de la religión cristiana de nuestras aulas, si es precisamente en el cristianismo donde se puede encontrar el mensaje más radical y profundo a favor de la igualdad, la dignidad y la solidaridad entre los hombres".

Según argumenta la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, la Navidad es una fiesta universal y criticó las intenciones de los laicos en despojarla de su "inherente y evidente contenido religioso". Así, asegura que contempla con "cierta conmiseración" las críticas a la felicitación navideña del presidente del Congreso, Jesús Posada:
"Es verdad que algunos quieren despojar a la Navidad de su inherente y evidente contenido religioso, pero sus intentos hay que contemplarlos con cierta conmiseración, porque pretender que la Navidad no tenga nada que ver con el nacimiento (natividad) de Jesucristo es una bobada de tal calibre que no merece siquiera ser rebatida. Un ejemplo de esto lo tenemos en esos laicos fundamentalistas que han puesto el grito en el cielo, se han escandalizado y hasta ofendido porque el presidente del Congreso de los Diputados ha osado felicitar la Navidad y el Año Nuevo con una imagen del Portal de Belén, con su buey y su mula incluidos".

Concluye su felicitación con una nueva bofetada al laicismo y la izquierda al autoresponderse a su pregunta inicial. Su alergia a la religión, argumenta, es porque tienen miedo a la libertad:
"Quizá sea porque en el cristianismo está también implícito un mensaje de libertad, y eso de la libertad siempre ha asustado mucho a los españoles de izquierda. A todos, creyentes y no creyentes, y de todo corazón: ¡muy feliz Navidad!"