El paso de Eduardo Zaplana y Francisco Camps por la presidencia de la Generalitat es ya historia para los valencianos, pero no así las consecuencias de sus ensoñaciones de grandeza. Los dos dirigentes populares quisieron convertir el País Valenciano en tierra de oportunidades y en líder mundial y terminaron por esquilmar las arcas autonómicas. Sus dislates aún repercuten en los sufridos ciudadanos por cuanto los proyectos megalómanos que levantaron les cuestan cada mes al Consell quince millones de euros.

La Generalitat Valenciana vive permanentemente en quiebra técnica, su deuda supera los 25.000 millones de euros –la segunda con mayor volumen tras Cataluña- y, por si eso fuera poco, aún tiene que hacer frente cada mes al agujero que le suponen las empresas públicas que gestionan los grandes proyectos heredados de Zaplana y Camps. Según el último informe de la Sindicatura de Cuentas, las mercantiles que administran los grandes eventos tuvieron en 2011 unas pérdidas de 174’3 millones y acumularon un endeudamiento de 1.991’7 millones.

La sangría de la Fórmula 1
La líder en dilapidar dinero es la empresa pública Proyectos Temáticos, que organiza como copromotora el Gran Premio de Fórmula 1 en el circuito urbano de Valencia. En 2011 tuvo un déficit de 86’2 millones y su deuda llegó hasta los 677,5, que no fueron un impedimento para quemar 12’5 millones en publicidad, propaganda y relaciones públicas, cuando el año anterior apenas destinó 738.929 euros a esos menesteres.

Gracias a la Sindicatura de Cuentas por fin se ha conocido el gasto que cuesta montar una carrera de Fórmula 1 en Valencia. Unas cifras que la Generalitat se ha negado sistemáticamente a facilitar amparándose en las cláusulas de confidencialidad de los contratos firmados. En 2011 el Consell tuvo que desembolsar 26’9 millones de euros, a los que hay que añadir la parte proporcional de los 22 millones más IVA que le costó a la Televisión Valenciana los derechos no exclusivos de emisión del Mundial para las temporadas de 2010 a 2013. Pese a que en marzo pasado TVV rescindió el contrato para ahorrarse los dos últimos años, los gastos devengados en 2011 ascendieron a 49 millones de euros.

La Ciudad de Calatrava pierde 55’5 millones
La Ciudad de las Artes y de las Ciencias, -el proyecto más conocido de Santiago Calatrava por el que el arquitecto valenciano ha cobrado cerca de 100 millones “sin facturar IVA ni pagar impuestos en España”, como denuncia Esquerra Unida- tuvo el año pasado unas pérdidas de 55’5 millones. Eso a pesar de lograr incrementar un 10’1% sus ingresos al aumentar la venta de entradas a sus instalaciones.

La Ciudad de la Luz se apaga
Otro chorro de perder dinero es la Ciudad de la Luz de Alicante, de la que la administración valenciana es propietaria del 100% de las acciones de estos estudios de cine en proceso de privatización. El año pasado perdió otros 20’1 millones, por lo que su endeudamiento se situó en 200’4 millones. Su situación económica se va a ver agravada por cuanto la Comisión Europea declaró ilegales los 265 millones de euros que el Consell le concedió para la construcción de los estudios y tendrá que devolverlos en su integridad.

Casi 5 millones tirados en publicidad
Aerocas, la mercantil que gestiona el aeropuerto de Castelló, sigue en el ranking de empresas públicas deficitarias. Pese a no estar operativo, el aeropuerto sin aviones de Castelló tiró 4’8 millones en publicidad y promoción durante 2011, de los que un millón se dedicó a patrocinar un equipo oficial del Mundial de Motociclismo. Al presidente de la sociedad, el capo del PP provincial, Carlos Fabra, la Sindicatura de Cuentas le saca los colores al denunciar que incumplió la ley con la revisión de los contratos realizados en 2011, por no quedar acreditadas las necesidades a cubrir con esos convenios “ni la idoneidad de su objeto y contenido”. “El aeropuerto del abuelo”, como le dijo Fabra a su nieto el día que lo llevó a recorrer las instalaciones, aún no tiene aviones, pero seguirá dilapidando dinero a tenor de los 16 millones que para 2013 le han consignado los Presupuestos de la Generalitat.

El circuito de Cheste pierde 4’1 millones
Y cierra la clasificación el Circuito del Motor de Cheste, sin el glamour del recinto urbano que se inventaron a medias el mandamás de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone y el visionario Camps en el puerto de Valencia, pero que reúne cada temporada a miles de aficionados a las motos llegados de medio mundo. La empresa que gestiona el circuito de Cheste también se encuentra en un supuesto de disolución, dadas sus “pérdidas recurrentes”, que el pasado año alcanzaron los 4,1 millones.