Veintiocho de los centenares de personas que fueron torturadas y ejecutadas por las tropas franquistas en el cortijo "El Marrufo", en Cádiz, han recibido hoy una sepultura digna, 76 años después de que sus cuerpos, todos con tiros, fueran arrojados a fosas comunes.

Veintiocho de los centenares de personas que fueron torturadas y ejecutadas por las tropas franquistas en el cortijo "El Marrufo", en Cádiz, han recibido hoy una sepultura digna, 76 años después de que sus cuerpos, todos con tiros, fueran arrojados a fosas comunes.

Los primeros cuerpos hallados en siete fosas
Son los primeros cuerpos que han sido localizados en las siete fosas comunes halladas hasta ahora en esta finca del Valle de la Sauceda, ubicada entre los términos municipales de Jerez, Jimena y Cortes de la Frontera y que, según los historiadores, se convirtió en 1936 en un campo de tortura para cientos de familias que se habían refugiado en este paraje huyendo del avance de las tropas franquistas.

Cadáveres con tiros de gracia
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo de La Sauceda y El Marrufo emprendieron el pasado julio una primera fase de la excavación arqueológica en este cortijo, unos trabajos que, con el hallazgo de cadáveres con tiros de gracia y manos atadas a la espalda con alambres, han confirmado el horror que se vivió en el lugar entre noviembre de 1936 y febrero de 1937.

"Una sepultura digna"
Los 28 cuerpos hallados en esta primera fase de la excavación arqueológica, dirigida por el arqueólogo Jesús Román Román, han sido enterrados hoy en el cementerio de La Sauceda, que estaba en estado "semirruinoso" y ha sido rehabilitado para que estas víctimas de la represión tuvieran, al fin, "una sepultura digna", como ha señalado a Efe Andrés del Río, del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar."Defendemos que no sólo se trata de recuperar los cuerpos, sino también los valores y las ideas por las que estas personas murieron", ha añadido

Ideales por lo que estas personas fueron ejecutadas
Por eso, en el acto, al que ha asistido el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo Cordobés, se ha leído un manifiesto que ha vuelto a dar voz a los ideales por los que estas personas fueron ejecutadas en este cortijo.

Últimos estudios científicos
Los cuerpos han sido trasladados al cementerio desde la Casa Verde de Jimena, donde los antropólogos Juan Manuel Guijo y Juan Carlos Pacero han efectuado los últimos estudios científicos, complementarios a los que ya se hicieron a pie de fosa.

Exámenes de ADN
Los estudios no han concluido, porque se han puesto en marcha exámenes de ADN para la localización de los familiares, algo difícil porque "hay entre 200 y 800 desaparecidos en La Sauceda según los estudios de los historiadores y nosotros tenemos localizadas unas veinte familias, por lo que el índice de probabilidades de coincidencia es bastante remoto", explica del Río.

Manos atadas con alambres y tiros de gracia
Pero estos cuerpos ya han hablado de lo que se vivió en "El Marrufo": "Son personas fusiladas. Hay muestras claras de personas con las manos atadas con alambres, tiros de gracia en la cabeza, además de diferentes impactos en los cuerpos. los veintiocho son muertos por disparos", afirma el representante del Foro de la Memoria del Campo de Gibraltar. El proyecto para las excavaciones del Marrufo no se ha dado por concluido.

Foro por la Memoria
El Foro por la Memoria y la Asociación de Familiares de Represaliados ya han presentado un proyecto a la Junta de Andalucía, que ha sido aprobado, para seguir las exhumaciones el año que viene, "porque además hemos visto claros indicios de que hubo fusilamientos y de que hay más fosas".

Ocupado a principios de noviembre de 1936
El cortijo de El Marrufo fue ocupado a principios de noviembre de 1936 por cuatro columnas falangistas en una acción combinada.Antes de esta ocupación, la zona se habían convertido en refugio de cientos de familias procedentes de distintos núcleos de población de los alrededores que huían del avance de las tropas franquistas.

Un centro de detención, tortura y fusilamientos
Tras ser tomado, El Marrufo se convirtió en un acuartelamiento al mando del jefe de la Guardia Civil de Ubrique, José Robles Alés, quien hizo de esta finca un centro de detención, tortura y fusilamientos, según los historiadores.