El caso de Carlos Alonso, realizador de 'Informe Semanal' purgado del programa por negarse a firmar informaciones tendenciosas, ha obligado a movilizarse al Consejo de Informativos de TVE, que denuncia, en una carta a la que ha tenido acceso ELPLURAL.COM, la "ley del silencio" que se intenta imponer desde la Dirección del programa y señala que desde la aprobación del Estatuto de la Información en 2006 "nunca se habían producido este tipo de prácticas". Igual de duros han sido los realizadores de la cadena, que en otro documento han mostrado su apoyo a Alonso y han denunciado las nuevas prácticas impuestas desde que llegó el PP: "Se seleccionan temas de manera tendenciosa, se imponen enfoques concretos y las declaraciones a usar, se limita la lista de las personas a entrevistar y se veta de una manera clara y directa tanto a ciertas personas como aquellas noticias incómodas para la línea editorial de la dirección".

El Consejo de Informativos de TVE señala en su carta que los profesionales de la información están amparados tanto por el Estatuto de la Información como por Ley Orgánica para negarse a firmar una noticia "resulte sustancialmente modificada en su sentido o forma" y que esta acción "no dará lugar a sanción o perjuicio profesional".

Firmas que desaparecen
El órgano encargado de defender la libertad de los periodistas corrobora lo avanzado ayer por ELPLURAL.COM y confirma que "en varios reportajes de Informe Semanal (...) diversos miembros del equipo han decidido retirar su firma en disconformidad con la línea, el enfoque o el propio contenido impuesto por la Dirección".

"Ley del silencio"
El Consejo de Informativos señala que han intentado mediar con la Dirección sobre estos conflictos, pero "lejos de intentar corregir la situación, la Dirección ha optado por una práctica intimidatoria hacia los profesionales que han decidido defender el Estatuto y la libertad de información". "Mediante la práctica de imposiciones, advertencias de sanción o el cambio de destino, la Dirección parece interesada en imponer una 'ley del silencio' que daría al traste con los derechos profesionales regulados en los últimos años", lamenta el organismo, que recuerda que "nunca antes, desde la aprobación de la Ley de 2006 y el Estatuto de Información, se habían producido este tipo de prácticas contra los profesionales de TVE".

Correcciones ignoradas
Más duros si cabe se han mostrado los compañeros de Carlos Alonso. Los realizadores de Informe Semanal han publicado una carta a la que ha tenido acceso este diario y que ya ha sido suscrita por 260 profesionales de la cadena. En ella se defiende la decisión de Alonso de no firmar sus reportajes por "la falta de rigor" y después de que sus sugerencias para corregirlos fueran "ignoradas con argumentos no profesionales".

La punta del iceberg
Los realizadores califican este caso como "la punta del iceberg" de los "graves incidentes" que están sucediendo desde que la dirección del programa impusiera "una línea editorial concreta" que ignora que TVE debe "independiente, plural y rigurosa en sus contenidos". Y también denuncian las prácticas impuestas: "Se seleccionan temas de manera tendenciosa, se imponen enfoques concretos y las declaraciones a usar, se limita la lista de las personas a entrevistar y se veta de una manera clara y directa tanto a ciertas personas como aquellas noticias incómodas para la línea editorial de la dirección".

Por su interés, reproducimos íntegra la carta de los realizadores de Informe Semanal:
Ante expulsión del realizador Carlos Alonso del equipo del programa Informe Semanal

En el día de hoy el realizador Carlos Alonso ha sido expulsado del equipo de Informe Semanal donde ha venido trabajando los últimos 6 años. Carlos Alonso decidió no firmar dos de los últimos reportajes que le fueron asignados, el relacionado con la muerte de cuatro jóvenes en el Madrid Arena y el de las elecciones Vascas y Gallegas. La negativa a firmar estuvo relacionada con la falta de rigor de ambos reportajes así como al hecho de que sus aportaciones para corregir esa falta de rigor fueron ignoradas con argumentos no profesionales.

El caso de Carlos Alonso es la punta del iceberg de una serie de graves incidentes que han afectado tanto en el equipo de realización como de redacción de Informe Semanal desde el mes de septiembre. La dirección del programa ha optado por imponer una línea editorial concreta en los temas más sensibles ignorando el precepto legal de que TVE debe ser independiente, plural y rigurosa en sus contenidos. Se seleccionan temas de manera tendenciosa, se imponen enfoques concretos y las declaraciones a usar, se limita la lista de las personas a entrevistar y se veta de una manera clara y directa tanto a ciertas personas como aquellas noticias incómodas para la línea editorial de la dirección. La retirada de firmas tanto de redactores como de realizadores por estos motivos ha sido una constante de los últimos meses.

El clima de presión sobre el equipo de Informe Semanal se ha ido haciendo cada vez mayor. La expulsión del equipo de Carlos Alonso es injustificable en lo profesional y un paso más en una estrategia clara que quiere imponer el silencio, el miedo y la ausencia de debate periodístico en la elaboración de los contenidos.

Las consecuencias para Informe Semanal del marcado sesgo informativo están siendo muy graves. Las fuertes críticas que llegan tanto del ámbito profesional como del entorno ciudadano están minando gravemente nuestra credibilidad al tiempo que las audiencias nos lanzan un mensaje muy preocupante sobre la estabilidad de un programa con más de 35 años de historia.

Los abajo firmantes solicitamos a la Dirección de Informativos de TVE y a la Dirección de TVE su intervención inmediata en defensa de los principios a los que esta televisión pública se debe. La televisión sufragada con los impuestos de todos los ciudadanos no puede ser un instrumento de nadie por lo que la Dirección de Informe Semanal debe recibir un mensaje inequívoco de respeto a los principios profesionales y a las reglas del juego del periodismo independiente en las no caben en absoluto ni la represión ni la expulsión de un programa por defender el rigor frente al sesgo intencionado en la elaboración de un reportaje.