Sostres es el mismo que en 2009, como recuerda Enric Sopena en su Cabos Sueltos titulado "Cataluña debería ser de todos, no es propiedad de CiU", salió en defensa de dos integrantes de la vieja guardia pujolista como Lluís Prenafeta y Macià Alavedra, imputados en el caso Pretoria, "dos hombres generosos y de honor". Entonces sentía Cataluña ocupada y atracada y, en este sentido, hablaba de que ya se había intentado hacer caer a Pujol con el caso Banca Catalana. "Alavedra y Prenafeta son dos patriotas, dos soldados. España no es nadie para venir a juzgarnos. Siempre que el independentismo crece hay una batida de Garzón [instructor del caso Pretoria] para escarmentarnos (…) Somos lo que defendemos y una nación muere cuando ya no queda nadie para defenderla”.
Ahora, desde las páginas de El Mundo defiende todo lo contrario y en su último artículo, publicado este lunes 19 de noviembre, describe la supuesta corrupción de CiU, desvelando un rumor a voces en los mentideros periodísticos, políticos y judiciales de Cataluña, pero que nadie hasta ahora se había atrevido a publicar por escrito.
"El caso Banco Catalana existió, y Jordi Pujol se gastó de modo fraudulento el dinero de muchos inversores para la única causa de comprar voluntades y favores que le permitieran llegar a ser presidente", explica el periodista en una descripción que parece más adecuada para un capo de la Cosa Nostra que para un expresidente de la Generalitat de Cataluña. Después añade detalles de cómo se comportó su abogado Joan Piqué y Vidal -que cumple condena por cohecho, prevaricación y detención ilegal en el llamado caso Estevill, una trama de extorsión a empresarios-, cuya principal virtud para este caso era su "minucioso" conocimiento "de las miserias de todos los jueces de Cataluña".
Gracias a su gran trabajo, añade Sostres, Pujol se libró de la acción de la justicia y presentó el caso como una "jugada indigna" contra él.
Ahora, su otrora defensor Sostres dice de él que si asegura "que el informe de la Policía que ha publicado El Mundo le recuerda al caso Banca Catalana, lo que en el fondo está diciendo es que el informe es cierto. Sólo cabe esperar que esta vez se defienda con su dinero y no con el de todos los catalanes, como hizo entonces".