Iván Redondo, de Redondo y Asociados, es un consejero de imagen con historia en el PP. A pesar de su calvicie y sus formas, que le hacen parecer mayor, se trata de un donostiarra, en el borde de los cuarenta, que -no hay más que ver su web- no padece la 'enfermedad' de la modestia. Ha trabajado para 'los populares' en el País Vasco, ayudando a Basagoiti; en Cataluña, donde ha llevado campañas para alcaldes; ha aconsejado incluso a la gente de Mariano Rajoy... Pero ha sido en Extremadura donde, por el momento, ha encontrado su tierra de promisión.

Desconfianza en las propias filas 'populares'
Como contaba en su momento el diario extremeño Hoy, que inventó para él el calificativo de 'el octavo consejero', título que inmediatamente fue asumido por políticos y otros medios de comunicación -y que los más irónicos redactores de extremaduraprogresista reconvirtieron en 'octavo pasajero'-, Iván Redondo se convirtió en una especie de sombra, indisolublemente pegada a José Antonio Monago: "Que Monago va a Cáceres a la toma de posesión al frente de la Diputación, ahí está Redondo. Que hay debate de investidura con varias sesiones, en ellas está también, siguiendo la sesión desde la tribuna de prensa. Que se presentan en sociedad los nuevos consejeros, ahí aparece Redondo (...). Es como si el joven que llegó para ayudar en la campaña y se ha quedado ejerciera como el octavo consejero".

El poder y la influencia de Redondo -igual que el de aquel García del chiste que aparecía en el balcón del Vaticano y llevaba a preguntar por la identidad del hombre de blanco que estaba a su lado- no dejó de crecer desde que le 'dio' a Monago el triunfo electoral marcándole en campaña desde los eslóganes hasta el color de los trajes. Tanto crecieron sus atribuciones que su figura empezó a crear yagas.

Redondo 'decidía' los altos cargos
Según le cuentan a El Infiltrado, entre las propias filas de la dirección del PP extremeño comenzaron de inmediato a mirarle con desconfianza. Y es que cuando se formó el Gobierno autonómico, para los nombramientos de altos cargos, durante las entrevistas personales, junto al 'muñeco' Monago, aparecía 'el ventrilocuo' Redondo poniendo la voz. Era su opinión, aseguran en los medios políticos extremeños, la que al final contaba.

Pero, igualmente, después, el omnipresente Redondo, que visitaba consejerías o parlamento con una libertad que no correspondía a cargo alguno, continuó dirigiendo la política extremeña. Tan evidente resultaba que Guillermo Fernández Vara, llegó a señalarle como el verdadero presidente: "en Extremadura -dijo el líder socialista- manda Iván Redondo, al que no votó nadie". Un poder que Iván Redondo remataba con las ventanas abiertas que mantenía en algunos medios de la derecha, como elconfidecial, VEO 7 o, por supuesto, Canal Extremadura Televisión.

De la reducción de cargos, a la creación de un Gabinete de la Presidencia
La pregunta que oposición y 'populares' se hacían durante el año y medio transcurrido desde que Monago llegó al poder era cuánto tiempo más 'maquivelo' seguiría en la sombra. Y ya se ha resuelto. Monago, por decisión propia, o por sugerencia del propio beneficiado, Redondo, ha creado para 'su cerebro' una nueva 'consejería', bajo el nombre de Gabinete de la Presidencia. Y de hecho, le ha dado rango de consejero.

Lo irónico de todo esto, como apunta quien ha llamado a El Infiltrado, es que el hombre que diseñó la campaña de José Antonio Monago y le llevó a ganar con, entre otras, la promesa de reducir cargos oficiales, haya al final provocado la creación de más cargos oficiales.