Aguirre no se atrevió a pisar el acto, ni siquiera se bajó del coche oficial en el que llegó al mismo, encajando mal los gritos contra ella. Esta vez, la presidenta madrileña no vio la manifestación como un derecho legítimo de los ciudadanos, como cuando durante el Gobierno socialista, defendió ese argumento cuando era Zapatero la víctima de los gritos y pitadas.

Los abucheos contra Zapatero le parecían bien
Aguirre defendió el derecho de los ciudadanos a silbar a Zapatero durante la celebración del Día de la Hispanidad porque, según dijo, se lo merecía, y no le importó que los gritos y abucheos tuvieran lugar durante la ofrenda a los caídos. En su opinión formaba parte del derecho a la libertad de expresión.

Cifuentes carga contra los abucheos a Aguirre
La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, presente en el acto de los policías calificó de "vergüenza" que los funcionarios ejerzan su derecho a manifestarse reventando el acto, "insultando y abucheando" durante el himno nacional. Una acción que en su opinión "retrata a las personas que lo hacen y deslegitima este tipo de protestas".

Esto es una mamandurria
Los manifestantes se congregaron cerca de la Academia de Policía, desde donde gritaron proclamas contra los recortes del Gobierno, como Basta ya de tanto chorizo, Que la detengan, que es una mentirosa (en referencia a Aguirre), Esperanza, dimisión, Hijos de Fabra, Los recortes para las Cortes, Espe, Espe, Especulación, Manos arriba, esto es un atraco y Esto es una mamandurria. Este último en referencia a las declaraciones de la presidenta madrileña.

Despliegue policial
Una veintena de antidisturbios se desplegaron ayer en el lugar para controlar a los manifestantes, pero estos en ningún momento intentaron entrar al recinto. Eso sí, no dejaron de pitar y gritar ni siquiera durante el himno nacional y parte del himno a los caídos. Las protestas se han acrecentado durante el discurso de la consejera de Presidencia, a la que prácticamente no se le ha escuchado.

Las declaraciones de Aguirre, el lunes pasado
El lunes pasado, Aguirre pidió ayuda es a los ciudadanos porque, según indicó, “no podemos gastar más de lo que ingresamos. Se tienen que terminar los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias en general”. Aunque sea “duro”, hay que reducir gastos, añadió la presidenta, que defendió recortar organismos públicos.