El Gobierno sube el IVA, suprime la paga de diciembre a los funcionarios, rebaja las prestaciones a los parados, acelera el retraso de la jubilación a los 67 años, reduce en un 30% el número de concejales y suprime la deducción por vivienda, entre otras medidas de austeridad y ahorro (muy contestadas por la sociedad), mientras que la secretaria general del partido que lo sustenta, María Dolores Cospedal, incrementa los escaños en el Parlamento castellano-manchego y sube el sueldo a los altos cargos de la comunidad que preside entre 5.000 y 8.000 euros al año, según el PSOE.

¿Cuánto cuesta un diputado?
Los 1.228 diputados regionales existentes en España tienen un coste medio anual de 320.000 euros por cada escaño, según distintos estudios realizados por medios de comunicación y otras entidades que se dedican a cuantificar estos gastos, lo que supone cerca de 400 millones de euros al año. De ahí que todos los parlamentos autonómicos hayan decidido reducir su presupuesto, e, incluso, su número de parlamentarios. Bueno, todos, menos el de Castilla-La Mancha, que el pasado mes de mayo aprobaba con los votos del PP incrementar en cuatro escaños el número de diputados de la Cámara castellano-manchega, lo que supone para las arcas públicas un gasto añadido cercano al millón de euros solo en sueldos, dietas, gastos de representación, etc.

Page exige menos diputados
De ahí que el secretario general de los socialistas castellano-manchegos pida a Mariano Rajoy, que “mañana mismo” exija a María Dolores de Cospedal la derogación de la Ley Electoral de la Comunidad Autónoma. “Si el presidente quiere ser coherente con su discurso debe exigir esa rectificación, porque es una auténtica vergüenza que en Castilla-La Mancha Cospedal haya subido el número de diputados de 49 a 53, obviamente para garantizarse ganar las elecciones”, señala el también alcalde de Toledo.

Consolidar el bipartidismo
Para Page está claro: “Buscan consolidar el bipartidismo político y consolidar sus mayorías absolutas haciendo a los partidos minoritarios más difícil todavía conseguir escaños”, añade, “se está hundiendo el país pero tienen tiempo para controlar las televisiones públicas y atacar a la política por la parte más inmisericorde, que son los concejales”, que según el líder socialista “no cobran un duro” la mayoría de ellos.

La austeridad de Aguirre y Monago
La doble vara de medir de Cospedal, que no para de recortar en sanidad y educación, mientras que sube el sueldo a sus altos cargos, contrasta con la austeridad adelantada por su mentora política, Esperanza Aguirre, quien hace unas semanas anunció su intención de reducir el número de diputados en la Asamblea de los 129 actuales a 65. Una iniciativa que la propia Cospedal catalogó de  “gran idea de Aguirre, en la línea del espíritu de sobriedad en las administraciones públicas”, dijo el pasado mes de junio. Además de Aguirre, el presidente extremeño fue el primero en proponer el adelgazamiento del parlamento de Mérida, mientras que su homólogo cántabro, ambos también del PP, aprobó en mayo una reducción del número de diputados de su Parlamento, que ahora es de 39 y pasará a ser de 35.

El ejemplo de Andalucía
Y es que esta polémica no es nueva, aunque a nadie con la que está cayendo, salvo a Cospedal, se le ha ocurrido engordar su parlamento con una ley ad hoc que busca, como dice Page, su triunfo electoral en 2015. Tanto es así, que el presidente andaluz, José Antonio Griñán, propuso en junio que todos los parlamentos autonómicos tengan “el mismo número de diputados por habitante” que la Cámara de Andalucía, subrayando que con esta fórmula “se ahorraría muchísimo más dinero” que con la propuesta de Esperanza Aguirre. Las cifras no engañan, en Andalucía hay un diputado por cada 77.410 habitantes, mientras que en Castilla-La Mancha con la nueva Ley del PP habrá un parlamentario por cada 37.700 ciudadanos.