Tres días antes del rescate el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió una carta al presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, y al de la Comisión Europea, Durao Barroso, una carta en la que apremia a las instituciones europeas a adoptar medidas urgentes para atajar la crisis porque "la situación es insostenible, impredecible y podría llevar al euro al límite".

En la carta, de más de cuatro folios, se urge a las instituciones europeas a poner en marcha un "proceso ambicioso de reforma interna" y pide actuar en campos como el de la consolidación fiscal, la unión económica o bancaria o la integración de los mercados nacionales.

Con estas reformas el presidente español considera que se pondría fin "a la huida de liquidez desde los países de la periferia al centro" y manifiesta que aunque los Gobiernos nacionales pongan en marcha recortes y reformas, estas políticas no tendrán éxito porque lo que perciben los mercados es "el riesgo de la ruptura del euro". "Es necesario atajar esta situación cuanto antes" y "carecemos de tiempo", son algunas de las frases que Rajoy incluye en la misiva, en la que además culpa a la Unión Europea de no reaccionar a tiempo porque "la crisis está galopando desde 2007 y la UE no reaccionó", frase que sin duda agradará al PSOE porque por primera vez Rajoy no culpa a Zapatero, sino a la falta de reacción de la UE.

Europeizar el problema
Rajoy hizo referencia a esa carta en la sesión de control celebrada hoy en el Congreso durante la respuesta a Rubalcaba. La prensa pidió más detalles y Moncloa no ha tenido inconveniente en difundir su contenido. Obviamente no se hace llegar a los medios de comunicación una carta del presidente del Gobierno a las instituciones europeas con expresiones tan graves y alarmistas sin una intencionalidad, y ésta no es otra que intentar apuntalar las tesis de que el rescate no es rescate y que solicitar "la ayuda financiera" forma parte de la estrategia del Gobierno para salir de la crisis.

Pero con la difusión de esta carta se da un paso más en la estrategia político-mediática del Gobierno: europeizar el problema. En sus cuatro folios Rajoy no hace ninguna mención sobre la situación concreta de España, la situación de la banca española o el estallido de la burbuja inmobiliaria. Todo el problema radica en Europa, esta es una crisis de ataque al euro y Rajoy urge a la Unión para que adopte medidas para salvar la moneda única.

Del ¡viva España! a ceder soberanía
Más allá de las dramáticas frases que escribe Rajoy en su carta, una lectura detallada de las medidas que propone el presidente español para salir de la crisis se resumen en una idea: ceder soberanía nacional en favor de la construcción del proyecto europeo. Concretamente considera que en el próximo Consejo Europeo que se celebrará el 27 y 28 de junio, se debe poner en marcha una unión fiscal y bancaria real con un  fondo de garantía de depósitos común.

De esta forma, paradojas de la política, el partido más nacionalista español, el partido que quiso apropiarse de la bandera de España como si fuera su símbolo exclusivo, se convierte en el partido poplítico que está dispuesto a renunciar a más soberanía nacional. Rajoy reclama a las instituciones europeas "reforzar la arquitectura institucional común" con "mayor cesión de soberanía en los ámbitos fiscal y bancario", y para ello propone crear una autoridad fiscal en Europa que permita "un control de las finanzas centralizado" y que gestione " la deuda europea" en su conjunto.