Para García-Margallo considerar estas pitadas "libertad de expresión" es un "autentico dislate", ya que España “necesita presentarse como una nación unida". Por ello, ha afirmado que con este tipo de actos se "perjudica a los intereses de todos los españoles".

Los pitidos y la prima de riesgo
"No diré que hay una relación exacta entre la prima de riesgo y los pitidos al himno, pero experimentar una debilidad en la nación es algo que los mercados huelen", ha afirmado García-Margallo. En este sentido, ha destacado que los "países serios actúan como países serios" y lo sucedido antes de la final de Copa del Rey fue un "autentico disparate". "Me siento muy español y me duele mucho. Yo juré bandera al día siguiente", ha añadido el titular de Asuntos Exteriores.

Morenés y los españoles bien nacidos
En la misma línea, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha admitido que el protocolo del himno nacional no es de "obligado cumplimiento" pero ha recalcado que las personas que lo respetan "se ponen de pie" al escucharlo y "hacen lo que cualquier español bien nacido haría".

Cuatro días después de la pitada al himno nacional en el partido de la Copa del Rey, Morenés ha explicado que el himno "tiene su protocolo establecido", que se debería que cumplir. "Es decir, hay que respetarlo, ya está establecido y cuando las personas que lo respetan lo oyen se ponen de pie y hacen lo que cualquier español bien nacido haría", ha declarado, para añadir que cuando no se respeta el himno "uno se pone en evidencia como pasó el otro día en la final de la Copa".