Pues porque la transparencia y la luz y los taquígrafos son enemigos públicos de la derecha. Hay que tener, en efecto, la cara muy dura para decir lo que ha dicho el nuevo presidente de Bankia, cuya financiación no surge precisamente de la iniciativa privada –tan admirada por los neoliberales populares y compañía-, sino del Estado.

“Nada irregular”
Precisó además Goirigolzarri que “no ha aparecido nada irregular” y añadió -a modo de absolución previa- que “mi predecesor tuvo una gestión en una situación muy convulsa”. Sin embargo, no resulta comprensible que si tan seguro está de que “nada irregular” existe en este banco nacionalizado, ¿por qué el Gobierno no quiere ni oír hablar de que se abra una comisión parlamentaria de investigación?

Guerra de sucesión
Subrayemos una vez más que Rato sustituyó a Blesa. Recordemos que ambos aterrizaron en Caja Madrid gracias al PP, del que forman parte. No debemos silenciar que la guerra de sucesión que se produjo en el interior del PP, fue observada con asombro ew indignación por la opinión pública. Quería saberse quién se cargaría a Blesa. Fue Rato.

Situación convulsa
Pero la situación convulsa, lo que se dice convulsa, no la ha sufrido Rato, cuyos emolumentos procedentes de Bankia, y antes los de FMI, están abrumadoramente muy por encima de la media de los ciudadanos. ¿O no don Rodrigo? ¿O no don José Ignacio?

En un mar de convulsiones
Y no hablemos de las convulsiones de los millones de parados. Ni de las de los pequeños y medianos empresarios. Estos sectores de la sociedad, y otros muchos, sí que han sido castigados por la crisis con brutalidad. Pueden hundirse en un mar de convulsiones.

Un comino, claro
Claro que semejantes consideraciones le debe de importar un comino al flamante presidente de Bankia. El presunto salvador del banco actualmente del Gobierno es un multimillonario. Ingresa cada año tres millones de euros que obtuvo como una indemnización del BBVA, cuando él y su jefe supremo, Francisco González rompieron sus relaciones personales y profesionales.

Las vergüenzas cometidas
De todas las vergüenzas cometidas por Rajoy y De Gindos en el asunto concerniente a Bankia –que son muchas y casi todas nefastas-, el nombramiento de Goirigolzarri no deja de ser una grave afrenta a la ciudadanía. Es también un juego de élite entre millonarios, mientras los españoles de a pie corren el riesgo de irse a la deriva y, por consiguiente, al garete.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM