El Tesoro español ha logrado "colocar", es decir vender a inversores internacionales, 2.500 millones de euros en bonos a tres y cuatro años pero tiene que pagar un interés más alto, un punto más que en la última subasta en los bonos a tres años y dos puntos más en los que vencen dentro de cuatro años. La demanda casi ha triplicado la oferta.

De esta forma en el bono con vencimiento en el año 2.016 el interés que ha de pagar el Estado español ha subido del 3,42% al 5,13%, mientras que en el bono a tres años el interés ha pasado del 2,96% al 4,4%. La de hoy ha sido a primera subasta que se celebra después de la segunda reforma financiera del Gobierno, que obligará a los bancos españoles a provisionar 28.000 millones de más de lo previsto y, por tanto, colocará a la myoría de los bancos españoles en pérdidas.

La prima de riesgo no se relaja
A pesar de que ha habido demanda para la emisión de deuda española,  el diferencial entre el bono alemán a 10 años y el español, es decir la "prima de riesgo" o la diferencia entre lo que le cuesta a España financiarse frente a Alemania, no se relaja y sigue en el entorno de los 500 puntos. Concretamente esta mañana alcanzó los 490 puntos básico mientras la bolsa volvía a números rojos con el desplome sostenido de las acciones de Bankia.

Hasta ahora las subastas de deuda española a largo plazo se cubrían sin problemas porque eran los bancos españoles quienes la compraban mayoritariamente. El sistema era el siguiente, el Banco Central Europeo ponía en circulación dinero a un bajo tipo de interés, los bancos españoles compraban la mayor parte de ese dinero y con él adquirían deuda española a largo plazo. negocio redondo y seguro porque los bancos españoles compraban al 1% e invertían en deuda española por la que cobrarán un interés superior al 4%. Pero el chollo se ha acabado por dos razones: la primera porque el Banco Central Europeo ha dejado de poner en circulación euros, lo que ya se conocía popularmente como los "manguerazos del BCE", y en segundo lugar porque los bancos españoles tendrán que dedicar el dinero a sus propias provisiones de reservas por el nuevo decreto de reforma financiara. Aún así solo los 3 o 4 bancos más grandes se salvarán de las pérdidas, más de la mitad tendrán que pedir ayuda financiera al Estado y lo que queda por ver es si España tiene dinero suficiente para socorrer a sus propios bancos o tiene que pedir ayuda a Europa, o lo que es lo mismo pedir el rescate del sistema financiero.