Ciudadanos, representantes municipales, políticos,  profesionales de la sanidad… Hay alarma en Cuenca por el paulatino desmantelamiento de los servicios sanitarios que, no solo en la capital sino en toda la provincia, se empiezan a ver disminuidos con la consigna de que los pacientes se desplacen a otros centros en ocasiones situados en Madrid o en provincias colindantes como Albacete, con el consiguiente trastorno para los enfermos .

Desmantelamiento paulatino
“Hay pacientes conquenses que no saben aún que ya no recibirán tratamiento en el hospital de su ciudad o de su provincia”. Carmen Torralba, diputada provincial por el PSOE  y alcaldesa de Sotorribas relata que el proceso de desmantelamiento del Virgen de la Luz comenzó ya septiembre cuando no se cubrieron bajas por vacaciones y arreció cuando empezaron a no renovar contratos hace dos meses al personal interino. “Amortizaron contratos reduciendo el número de supervisores y cerraron una planta con el consiguiente hacinamiento de enfermos”.

Calvario para los enfermos
El Virgen de la Luz es el hospital de referencia en la provincia si bien parece que pronto dejará de serlo según se van eliminando servicios en opinión de la diputada que comenta como se ha cerrado el de yodo radioactivo. “A los pacientes se les va a derivar a Ciudad Real, a Villarrobledo y a Albacete en función de donde procedan. Hay que imaginar el calvario para estas personas enfermas de cáncer que tienen que ir a otra provincia para  que les den el  tratamiento, que se encuentran con mucho malestar después de recibirlo y lejos de su casa, y que encima según la nueva disposición del Gobierno central, tendrán que pagar la ambulancia…” explica Carmen Torralba.

Posible hospital privado en suelo público
Además de las especialidades que creen  van a desaparecer, el hospital universitario previsto en terrenos que la Diputación cedió a la Junta de Comunidades, “parece que pretenden que sea para algún privado”, continúa la diputada. "La idea es bajar la calidad de nuestro hospital público de manera que se quede en hospital de zona con cuatro especialidades. De momento se está manteniendo la calidad del servicio gracias al esfuerzo de los profesionales que tratan a los pacientes con rigor y profesionalidad,  si no, ya se estarían notando los efectos”. “Pero está claro que volvemos a los años  80 –concluyó Carmen Torralba- ¡Con todo el esfuerzo que nos costó llegar a donde estamos en medios humanos y materiales!"

Paulatina desaparición
María Ángeles García, doctora y  miembro de la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública de Cuenca, ratifica ese carácter de desmantelamiento continuo y paulatino y subraya la falta de información oficial. “Oímos rumores, que van a cerrar una planta, nadie afirma ni desmiente y de pronto, la planta está cerrada. Es lo mismo con todo, oyes que van a eliminar determinado servicio, nadie da la versión oficial, pero un día, ese servicio desaparece”.  La doctora comenta  la reunión prevista con la dirección del hospital este viernes “en la que se supone puede hablarse de en qué se plasmará el proyectado recorte de un 15 o un 20 por ciento del presupuesto. Y hablamos de muchos millones.”

Dependencia y atención al anciano
Para la doctora, tan grave como lo que está ocurriendo en Cuenca con los servicios hospitalarios, es lo que sucede en la sierra con ancianos y dependientes.  En una zona en que los pueblos son pequeños y muy dispersos, el sistema de atención a los ancianos en su propia localidad evitando trasladarles a residencias y permitiendo que sigan formando parte del entramado social en el que siempre han vivido, es muy importante. “Esa actuación ya no se realiza.  Del mismo modo que  se está reduciendo la ayuda a los dependientes. Y es otro problema grave".

Como Margaret Thatcher
“Es un tremendo salto atrás” afirma José Luis Martínez Guijarro, secretario general del PSOE conquense, quien  anima  a las personas que se vean en estas situaciones de derivación de hospital y abono de transportes,  a poner reclamaciones en los Servicios de Atención al Paciente del centro. “Cuenca es el campo de pruebas - reitera por su parte el diputado Luis Carlos Sahuquillo- en el que María Dolores de Cospedal quiere emular a Margaret Thatcher, destrozando una buena sanidad para hacer ver que la privatización es imprescindible. Y a eso parece que quieren encaminarse".