El escrutinio de la consulta responde a esta lógica ciudadana y a la reivindicación de sindicatos y de otras organizaciones progresistas. Existía un clamor en la izquierda a favor del pacto. Los brutales recortes del Gobierno de Rajoy, metiendo la piqueta en la educación y sanidad públicas y promulgando una reforma laboral que lesiona gravemente los intereses de los trabajadores, también ha abonado el camino del acuerdo.
Izquierda Unida se enfrenta por primera vez a la responsabilidad de sumarse al gobierno en esta tierra. La situación económica de España y Europa es dramática: estamos en recesión y los dichosos mercados no dejan de exigir sacrificios. Con este escenario económico y la tozudez del pensamiento único neoliberal, dominante en la zona euro, el camino que tendrán que recorrer PSOE e IU será duro, tortuoso y complejo, pero tienen la oportunidad de demostrar que existe otra forma de salir de la crisis.