Tras la presentación de los presupuestos en el Congreso por parte del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, el secretario general socialista Alfredo Pérez Rubalcaba le dio la réplica para insistir en que serán negativos para la recuperación económica. Además de recordar deudas de Administraciones del PP como la de la Comunidad Valenciana o el Ayuntamiento de Madrid para desmontar el discurso de la "herencia" recibida con la que el actual Gobierno justifica los recortes, el líder socialista anunció de que recurrirán la regularización fiscal que incluyen los presupuestos porque con ella "es imposible" discernir el origen del dinero no declarado y "es una inmoralidad".

Presupuestos "económicamente ineficaces y socialmente injustos"
Pero el grueso del discurso de Rubalcaba pasó por criticar los recortes, en Sanidad advirtiendo por ejemplo del "xenófobo, cruel e ineficaz" que se ha acometido al negar la asistencia gratuita a los inmigrantes irregulares, y en Educación alertando de que la propuesta del Gobierno a las comunidades ha sido preguntarles cuántos profesores podían echar, cuando la salida de la crisis pasa por apoyar la enseñanza. Señaló que que con sus medidas el Gobierno de Rajoy "ha perdido la confianza fuera y dentro" de España y que con sus presupuestos agudizarán la crisis, presentándolos como "económicamente ineficaces y socialmente injustos", ya que "no van a reducir el déficit" y sí producirán una "quiebra social". Recordó que un diario "poco sospechoso de progresismo" como el Wall Street Journal había criticado que el Gobierno actual estaba haciendo las cosas fueran "a peor, no a mejor", como en su día recogió ELPLURAL.COM.

"Hay alternativas"

Para el líder socialista, "hay otras fórmulas de combinar ajuste con crecimiento y alternativas a los recortes, lo vamos a demostrar con las enmiendas". Y es que no cuestiona "el objetivo de déficit público sino la velocidad para conseguirlo" ya que "con la velocidad que nos imponen se va a profundizar en la recesión, el señor Monti acaba de pedir en Italia una flexibilización de los objetivos". Recordó que aunque se ofrezca austeridad, "los mercados a lo que son sensibles es a la acción del BCE" como se demuestra reiteradamente, ya que "los mercados saben que lo más terrible para una economía es no crecer". De ahí que insistiera en que los socialistas europeos trabajan conjuntamente en cómo "compaginar el pacto fiscal con un protocolo de crecimiento y que el BCE deje de preocuparse por la inflación para que lo haga por el crecimiento", advirtiendo de que ahora "el bienestar de la economía española corre de la mano de la izquierda europeo, concretamente de la francesa".

"Cada semana rompen un consenso"
En cuanto a los mensajes conciliadores, Rubalcaba se mostró de acuerdo con Montoro en que la importancia de que el sector financiero vuelva a funcionar, y reiteró la "voluntad" de su grupo parlamentario "de hablar de todo", aunque también alertó de que el Gobierno del PP "cada semana rompe un consenso".

"No echen las campanas al vuelo"
En su réplica, Montoro anunció que "la confianza se gana con hechos" y que en el primer trimestre del año "el déficit estará en el 0,8%" en línea con el objetivo marcado por el Gobierno para el año, en un tiempo difícil", acusando al PSOE de ofrecer diálogo pero movilizar a los ciudadanos. También insinuó que desconocía que las comunidades autónomas no iban a cumplir los objetivos de déficit, la mayoría gobernadas por el PP, al insistir en su sorpresa por lo que encontró cuando llegaron al Ejecutivo nacional. Rubalcaba le contestó advirtiendo de que "el año pasado en el primer trimestre el déficit estaba en el 0,6%, no echen las campanas al vuelo", y le apuntó que son los recortes y no el PSOE los que lanzan a la gente a la calle.

¿Aguirre o Beteta engañaron?
En cuanto a las acusaciones del PP de que el Gobierno anterior engañó con el déficit y se encontró con una desviación superior a la prevista, Rubalcaba se mostró irónico al declararse convencido de que por ejemplo Aguirre o Beteta -exconsejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid y ahora mano derecha de Montoro- no engañaron, sino que "las cuentas se cierran cuando se cierran". La comunidad de Madrid corrigió sus propios datos y reconoció que no habían cumplido con los objetivos de déficit cuando habían anunciado lo contrario.