En octubre de 2010, la revista Otra Crónica, que acompaña a El Mundo los sábados, publicaba un reportaje sobre las lujosas escopetas que fabrica la armería italiana Fabbri y de las que el Rey posee tres. Eso sí, las del monarca están fabricadas para practicar la caza menor, un campo en el que no entra el abatimiento de elefantes.

Tomando medidas
El rey se ha desplazado en numerosas ocasiones a la pequeña localidad de Nave, en el norte de Italia, donde se encuentra la armería que fundó en 1965 Ivo Fabbri. Los viajes de Juan Carlos I a la fábrica eran para que se le tomasen las medidas, al igual que en un sastrería, porque estas escopetas son tan refinadas que deben hacerse específicamente para el cazador que las empuñe.

Tres años de lista de espera
Las Fabbri están consideradas las escopetas más fiables y precisas del mundo, y no es para menos. Cada una de ellas necesita un año para ser elaborada, sólo se fabrican 20 anualmente y la lista de espera para hacerse con un ejemplar es de tres años. En la armería se fabrican absolutamente todas las piezas de estas armas, incluso los tornillos que las ensamblan. Entre los privilegiados que pueden disparar una Fabbri están Steven Spielberg -que practica una complicada modalidad de tiro al plato-, Eric Clapton y el rey de España.

Fabricadas en titanio
En concreto, Juan Carlos I tiene tres de estas refinadas escopetas, todas fabricadas en titanio, un material resistente y ligero que reduce el peso del arma en casi medio kilo -una cantidad nada desdeñable cuando tienes que recorrer grandes distancias con ella al hombro-, y destinadas a la caza menor.

Grabados artísticos
Las culatas de las escopetas Fabbri llevan uno refinados y artísticos grabados hechos con láser, "pero no es lo importante en un arma", advierte Tullio Fabbri, heredero de la marca que inició su abuelo, "es como si en un coche nos pusiéramos a hablar de la pintura de la carrocería". "Los verdaderos aficionados a las armas aprecian otras cosas -prosigue el armero- y (...) los grabados de las escopetas de Don Juan Carlos son muy sencillos".



Pagadas por "sus amigos"
Lo cierto es que en 2010 el rey tenía tres de estas preciadas escopetas que rondan los 100.000 euros cada una. Pero al igual que la cacería en Botsuana, el gasto no ha salido de los presupuestos públicos, sino que son "un regalo que le hicieron sus amigos cazadores", según explica el propio Tullio Fabbri. Uno de los generosos pagadores fue el empresario español Alberto Alcocer, uno de los dos primos que forman el dúo de Los Albertos, que suele acompañar al monarca en sus aventuras cinegéticas.

Clientes predilectos
En su página web, Fabbri tiene un apartado dedicado a quiénes son sus clientes predilectos, y el primer lugar de la galería de imágenes lo ocupa el rey Juan Carlos I, que posa con una de las escopetas y con el fundador de la compañía, Ivo Fabbri. En ese carrusel de fotografías también posan el ya citado Spielberg, el guionista y director John Milius o el actor Tom Selleck.