Con la reforma laboral del PP estamos jodidos. Pero más aún cuando ves que en una empresa (una de tantas, quiero personalizarlo en una porque así se ve más claro) que se da golpes de pecho con que es de izquierdas o, al menos, se dice progresista, aplica la reforma laboral de la derecha.

No contentos con eso, se permiten el lujo de criticar la indignación de quien se verá afectado por esta reforma laboral, que ellos aplican. Criticar y no criticar. Han amenazado con ir más allá de los despidos a una trabajadora, han mandado a la mierda a un delegado sindical que sólo silbaba, pero señalaba con su dedo al magnífico y capacitado gerente, que ha hundido esa empresa en toda una suerte de desastres económicos, al margen incluso del consejo de administración y del propio dueño. A ese delegado sindical le han dicho explícitamente: “Estás muerto”.

De la parte de los trabajadores sólo han tenido colaboración: no protestar cuando con un ERE dejaron en la calle a 12 trabajadores, firmarles el ERE, trabajar en dos empresas más de manera irregular estando contratados sólo por una, contribuyendo a la creación de un grupo de empresas donde el futuro laboral fuera ese. Contribuyendo para la propia viabilidad de un proyecto que defendía el director de esa empresa, donde el delegado mandado a la mierda tuvo mucha mano para que se aplicara tal modelo, anteponiendo la viabilidad de la empresa por parte de ese delegado a ciertos derechos laborales y asumiendo la responsabilidad de hacerlo posible por parte de los trabajadores.

Pero una vez ejecutado el paquete de medidas laborales, de ir mucho más allá de la obligación; una vez que los trabajadores asumen su responsabilidad de cargarse de trabajo por el mismo sueldo, para salir de la grave situación económica de la empresa para la que trabajan, ésta les anuncia que les baja un 30% el sueldo a todos, sin reducción de jornada laboral, y a una vez hecho esto, bajarles más el sueldo a algunos trabajadores, según su puesto de trabajo: a algunos otro 50% y a otros otro 30% más. Esto llevará a que haya sueldos de 300, 500 o 700 euros. ¿Cómo no se iban a poner en pie de lucha estos trabajadores? A algunos los deja incluso sin posibilidad de comprar alimentos (y no es ni una exageración ni un decir).

La reforma laboral lleva a eso. La mala praxis lleva a eso. La poca clase lleva a eso.

Lo peor es que esos profesionales son unos enamorados de su trabajo, unos convencidos de lo que hacen, unos luchadores de lo que defienden con su trabajo, gente dispuesta a poner su nombre y su rostro a la hora de trabajar, gente que por realizar su trabajo, en muchas ocasiones, ha sido insultada, pero ha antepuesto sus ideales y su profesionalidad a algo tan personal como es su cara. Lo peor de todo es que se están cargando a esa gente, que no pide riquezas, sólo tener sus humildes y justos sueldos para poder alimentar a sus hijos. Esa empresa se llama El Periódico de Huelva. Ese delegado (de los tres que hay) soy yo.

Voy a copiar literalmente lo dicho ayer miércoles por el portavoz del PSOE en Huelva, Jesús Ferrera: "Si a este Gobierno (léase empresa) le queda algo de dignidad política (¿profesional?) debería replantearse las medidas que está tomando y que sólo están consiguiendo asfixiar a las clases medias (los trabajadores de este periódico) que van a quedarse sin los derechos conseguidos durante muchos años”. Para empezar cobraremos 300, 500 y 700 euros (según puesto de trabajo). Un periódico de "izquierdas" que aplica la reforma laboral de la derecha. A mí me indigna. ¡Es un insulto!