Banca Cívica nació en el primer proceso de reestructuración de las cajas de ahorro emprendido por el Gobierno Zapatero. Es el resultado de la fusión de cuatro cajas: las de Navarra, Burgos, Canarias y Caja Sol y aún así era incapaz de resistir los envites del mercado y la burbuja inmobiliaria. La Caixa, accionista que controla Caixa Bank, tendrá el 61% del nuevo “gran banco”, mientras que las cuatro de Banca Cívica se repartirán un 3,4% entre todas. El 35,6% restante estará en bolsa.

La debilidad de Bankia
Esta última fusión alivia la presión sobre el sistema financiero español, alivia al Gobierno y al Banco de España, pero la situación está lejos aún de solucionarse. El gran quebradero de cabeza sigue siendo Bankia, cuarta entidad financiera de España, con 306.000 millones de euros en activos. El peso de la inversión en ladrillo que arrastra la entidad que preside Rodrigo Rato y su extremada debilidad financiera, obligan a esta entidad a buscar fusiones o a ser rescatada por el Gobierno, tal y como informamos en ELPLURAL.COM el pasado miércoles.

Una cuestión política
La resolución al “problema Bankia” es, además, una cuestión política: el Gobierno de Mariano Rajoy se juega su credibilidad para poner orden en el sistema financiero español según cómo y cuándo resuelva la situación.