Lo sabe toda la clase económica y política del país: si cae Bankia, el Gobierno tendrá un problema, y de los gordos. La situación de la antigua Caja Madrid es crítica, su inversión en el ladrillo es altísima y, por tanto, su agujero inmobiliario también. Hace meses se habló de una fusión Caixa-Bankia que finalmente no prosperó por razones distintas según la fuente.

Para unos esa fusión, que podría haber alumbrado un “gigante”, se fue al traste porque Isidre Fainé, presidente de La Caixa, quería quedarse con el negocio financiero relegando a Rodrigo Rato a la dirección de la cartera de activos industriales-empresariales, algo que el exministro de Aznar no estaba dispuesto a aceptar. Fue la versión que más circuló por los “mentideros” conspirativos madrileños durante varios días.

Sin embargo, según ha podido saber ELPLURAL.COM, la fusión no prosperó porque no interesaba a ninguna de las dos entidades desde el punto de vista financiero. Tanto La Caixa como Bankia “son tan grandes que su fusión sería muy complicada y problemática”. Además de eso se plantean otros problemas, como el lugar donde se ubicaría la sede social de la entidad fusionada. Elegir entre Madrid y Barcelona puede convertirse en un asunto puramente político y casi de Estado. Y por último, el reparto de poder: ¿Quién mandaría más, Fainé o Rato?. Rato cuenta con el apoyo del PP, Fainé con el de la clase política catalana, pero además este último cuenta en su haber con el prestigio de su trayectoria profesional y los números de CaixaBank, que para sí los quisiera Rodrigo Rato. Demasiados problemas para alumbrar un gigante que sumaría 560.000 millones de euros en activos, más de 8.000 oficinas y más de 50.000 empleos.

Bankia en pérdidas si no vende activos
El impacto de la última reforma del sistema financiero aprobada por el Gobierno de Rajoy que obliga a las antiguas Cajas de Ahorro y al resto de entidades financieras a aumentar sus fondo de provisiones, y el deterioro de la cartera inmobiliaria por la caída constante de los precios de los pisos, ha colocado a Bankia en una situación muy difícil y registrará pérdidas a finales de 2012 si no vende activos.

En un informe elaborado por el equipo de análisis de La Caixa sobre la situación del sistema financiero español se asegura que Bankia podría registrar unas pérdidas de 640 millones de euros al finalizar 2012 si no genera plusvalías extraordinarias, entre otras cosas porque tendrá que contar con 3.400 millones de euros para provisionar fondos de acuerdo con los nuevos requisitos de saneamiento exigidos por el Gobierno.

Bankia ya ha vendido activos. Por ejemplo, la semana pasada vendió su paquete de acciones en Bolsas y Mercados Españoles, venta por la que ingresó unos 8 millones de euros. Además Bankia tiene participaciones en empresas como Iberdrola, Indra, Mapfre, Realia, NH Hoteles y Metrovacesa, activos con cuya venta puede conseguir liquidez.

El Gobierno, preocupado por Bankia
En Moncloa están seriamente preocupados por Bankia y han dado orden al Ministerio de Economía y al Banco de España de que busquen una solución urgente, preferentemente una fusión con otra u otras entidades, que salve a la antigua caja madrileña. Su caída provocaría un agujero descomunal en las finanzas españolas y un serio golpe a la imagen de solvencia de España. Pero la solución no es fácil, Bankia es tan grande que provoca más miedo que interés quedarse con ella.

En 15 días, 15 Cajas
Quedan menos de 15 días para que se cumpla el plazo que dio el Gobierno para que las entidades financieras presenten al Banco de España un plan de saneamiento de sus activos inmobiliarios es decir, que van a hacer para deshacerse de la cantidad de pisos y casas que tiene, así como posibles procesos de fusión.

Expertos financieros consideran que los ideal sería que “sólo” quedaran 15 entidades financieras en España. Hay movimientos ya públicos: CaixaBank está a punto de comprar Banca Cívica y sin necesidad de pedir ayudas públicas. Pero tiene que haber más movimientos.

Dos cajas que tuvieron que ser nacionalizadas por sus calamitosas cuentas, Novagalicia y Catalunyacaixa, saldrán a subasta y los analistas financieros dan por hecho que acabaran en manos del Santander y del BBVA, los dos gigantes españoles. Las dos cajas nacionalizadas tienen hasta el próximo mes de septiembre para encontrar inversores que pongan dinero, en caso contrario se subastarán. Al final, será después del verano cuando veamos de verdad como queda el mapa bancario español.