Vecinos por Torrelodones (VxT) arrebató al PP la alcaldía de esta próspera localidad de la sierra noroeste de Madrid en las últimas elecciones municipales gracias al apoyo de los dos concejales del PSOE y Actúa. Su victoria traspasó fronteras y el prestigioso New York Times le dedicó un reportaje, sorprendido por el éxito de esta iniciativa vecinal. El movimiento surgió con la intención de bloquear un proyecto urbanístico del anterior alcalde, el popular Carlos Galbeño, que ponía en peligro una zona de bosque protegido.

Ahorro del 37%
Nada más acceder al cargo, Biurrun rebajó su sueldo un 21%, redujo de 6 a 2 el número de concejales con dedicación exclusiva y eliminó los cargos de confianza. Además renunció al coche oficial. De esta manera, consiguió ahorrar un 37% en el presupuesto destinado a retribuciones de la corporación municipal, pasando de un gasto de 600.272,56 euros a 375.500.

Regeneración
En su discurso de investidura, Biurrun asumió un compromiso con la regeneración de la vida pública y como muestra de ello, un miembro del 15-M leyó un comunicado en este sentido al término de la sesión. Querían de esta manera poner punto y final a una etapa marcada por las sospechas de corrupción y falta de trasparencia. Y es que la gestión del PP en el Ayuntamiento quedó ensombrecida por la denuncia de dos de sus concejales sobre un presunto cobro de comisiones para desbloquear un proyecto de un aparcamiento.

Irregularidades urbanísitcas
Jesús Pacios y Reyes Tintó, exconcejales populares de la localidad, recurrieron en 2006 a Francisco Granados, número dos del PP madrileño, para denunciar posibles irregularidades urbanísticas. Por su parte, el notario de la localidad, Benito Martín Ortega, también relató a la presidenta regional sus sospechas de que algunos empresarios de la zona entregaban dinero a los dirigentes populares para financiar el partido. Ante la pasividad del PP, presentaron la correspondiente denuncia, aunque Anticorrupción archivó el caso.

Espionaje
Los dos ediles fueron expulsados del PP. Según reveló la Cadena SER en junio de 2009, una agencia de detectives había estado espiándoles durante las fechas en las que denunciaron este posible caso de corrupción. También siguieron al notario Martín Ortega, quien relató en su momento al programa Hoy por Hoy que había recibido amenazas. Este asunto está todavía pendiente de resolverse en los juzgados de Collado Villalba de Madrid.