Pilar y Pedro Alcorisa vieron morir a su madre sin consuelo, obsesionada por encontrar a su marido. Nadie les dijo dónde estaba hasta que por fin se lo pude encontrar gracias a las pistas que halló un colectivo llamado "La Gavilla Verde", jóvenes del pueblo que nos condujeron al hallazgo de los restos de Teófilo. Sin embargo es una autoridad democrática quien ahora obstaculiza el final feliz para todos pasando por encima de la autorización de la Consellería de Sanidad y provocando con las demoras la pérdida de la subvención del Ministerio de la Presidencia, duro golpe para unas personas que sin esa ayuda no podrán obtener justicia.
Rita Barberá no deja más opción que la vía judicial, pero esta sentencia los condena de antemano. Su padre fue asesinado y hecho desaparecer en 1947, cuando internacionalmente ya existían los delitos de genocidio y de lesa Humanidad, pero los jueces españoles dicen que no tiene aplicación por ser de antes de 1952. La vía administrativa está cortada por la hostilidad de Rita Barberá, y la Justicia nacional les ciega la salida judicial... ¿Seguirá España siendo una isla donde no existe el Imperio de la legalidad internacional? ¿Quién defenderá a los miles de Alcorisas que han dejado en el limbo de la justicia universal?
Matías Alonso Blasco es coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica