Según los datos que hizo públicos ayer la Oficina Estadística Europea (Eurostat), España ha tenido un crecimiento negativo de tres décimas del PIB en el último trimestre de 2011. Las previsiones de los analistas para el primero de 2012 son igual de pesimistas, porque la reforma laboral va a retraer aún más el consumo.

Merkel y el precipicio
Un analista internacional le decía a un compañero recientemente, en el transcurso de una conferencia a la que asistían muchos mandatarios europeos, que Angela Merkel llevará a la eurozona al borde del precipicio y sólo dará marcha atrás cuando tenga las punteras de los zapatos en el vacío. Alemania, según las estadísticas de Eurostat de ayer, también ha visto como su economía tenía crecimiento negativo en el último trimestre de 2011, concretamente su PIB se ha contraído dos décimas, pero su Gobierno continúa apretando las tuercas a los vecinos. Rajoy le sigue ciegamente el juego y ambos países. Acompañados de algunos más, llegarán a tener las punteras en el vacío si los ajustes no se acompañas con alguna medida de estímulo a la economía.

Su propia medicina
Otra mujer alemana, casada y con una hija, llamada Sabina Lautenschläger, también tiene mucha autoridad. Es la vicepresidenta del Bundesbank, el equivalente alemán a nuestro Banco de España. Ayer fue preguntada sobre los efectos del retroceso de las economías europeas por los duros programas de ajustes presupuestarios y recortes de gasto público. Su respuesta no pudo ser más esclarecedora. “La economía alemana está orientada a la exportación, depende de que productos de Alemania encuentren comprador y en ello Europa desempeña una función esencial como mercado”. Bastante más de la mitad de sus exportaciones se quedan en la Unión Europea y si fuera de Alemania hay crisis, las empresas alemanas no venden. Han empezado a probar su propia medicina.

Advertencia de Rubalcaba
El Instituto de Estadística alemán confirmó los malos augurios y señaló ayer que el retroceso del PIB en la locomotora europea se debe en gran medida al retroceso en el comercio exterior, acompañado de un descenso en el consumo interno de los propios alemanes. Mariano Rajoy se ha entregado en cuerpo y alma a lo que le marquen los mercados y la ya tocada Alemania, sabiendo que este trimestre habrá también crecimiento negativo y que, por tanto, al sumar dos trimestres consecutivos de caída del PIB, España estará oficialmente en recesión otra vez. Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE y líder de la oposición, se lo dijo ayer al presidente del Gobierno en la reunión de cuatro horas que mantuvieron en La Moncloa. Pero el Ejecutivo del PP prefiere ser seguidor fiel que amigo respondón en Europa. Esa es la manera que piensan que les puede servir para “colocar nuevamente a España donde le corresponde”, que es su mensaje más repetido sobre este asunto.

La reforma laboral
Y la reforma laboral en vigor desde el pasado domingo tampoco ayuda. Todos, incluido el Gobierno y la CEOE, coinciden en que a corto plazo el decreto-ley va a provocar nuevos despidos. Los sindicatos creen que no funcionará nuca, mientras que los empresarios, apoyados por la andaluza Fátima Báñez y el propio Rajoy, sostienen que a medio plazo será beneficioso. Algunos analistas independientes, poco sospechosos de ser socialistas, han advertido estos días sobre los peligros de esta reforma. Para empezar, va a extender el miedo entre los trabajadores, que ya han dado por perdida cualquier sensación de seguridad en el empleo por muy fijo que sea su contrato. Y con esa desconfianza caerá el consumo, la recesión se instalará algún trimestre más y la recaudación fiscal se reducirá. Todos los indicios apuntan a que el Gobierno da por perdido 2012, año que considera de transición, pero esa espera a tiempos mejores tiene su precio en la calidad de vida de los españoles.