Considera  la Fiscalía Anticorrupción, dependiente de la Fiscalía General del Estado,  que no hay base jurídica para ello porque la Ley del Jurado, según argumenta, es “muy restrictiva” a la hora de establecer requisitos para un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Homosexualidad y aborto, delitos
El fiscal general del Estado -con José María Aznar de presidente del Gobierno- fue Jesús Cardenal, católico integrista e ideológicamente reaccionario. En 1994, siendo  fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, presentó su informe anual y señaló como presuntos delitos, o comportamientos irregulares, el aborto, la homosexualidad, el divorcio y los anticonceptivos. Se organizó por aquellas fechas un gran escándalo al respecto. Pero años más tarde Cardenal fue nombrado por el Gobierno del PP fiscal general del Estado.

Protegiendo a Pinochet
Avaló desde su cargo un informe del fiscal ultramontano Eduardo Fuingariño sobre los desaparecidos de Chile y Argentina, víctimas de dos golpes militares que fueron más bien aprobados por  el dúo Fuingariño/Cardenal. Y no hablemos de hasta qué punto Cardenal impidió que Baltasar Garzón detuviera al general Pinochet, ese asesino al que Juan Pablo II le dio públicamente la comunión.

Carpetazo al Tamayazo
Cardenal frenó en aquel tiempo cuanto pudo -y casi siempre, pudo-, las actuaciones del fiscal jefe de Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo. Logró además que al  Tamayazo  se le diera carpetazo, en uno de los más ominosos episodios de la España gobernada por la derecha. Como  ahora. Por lo visto, el actual fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce ha empezado ya su trayectoria de ejercer de hecho como abogado defensor de Camps, tan protegido por Rajoy.

Aviso para navegantes
Primer e inquietante aviso para navegantes. Torres-Dulce fue propuesto por Alberto Ruiz-Gallardón, exfiscal y en la actualidad ministro de Justicia. Fue confirmado por Rajoy. Ha comenzado su travesía ajustándose a los deseos de la cúpula del PP. Si la justicia  salva a Camps del affaire de sus trajes, a pesar de una sentencia cogida por los pelos y, desde luego, zafia y confusa, el PP habrá abierto otra estratégica brecha, consistente en liquidar cuanto antes la trama Gürtel.

El falso centrista
La derecha está acostumbrada a manejar en su favor a la justicia. Esas reformas judiciales que patrocina Gallardón, otro falso centrista, no se hacen para reforzar a la justicia, sino para reforzar al PP. En cuanto a Torres-Dulce –dime con quién vas y te diré quién eres- ahí lo tenemos ahora ejerciendo de Cardenal bis. Un buen discípulo.