Trillo y García Tizón quedaron varados en el nuevo Gobierno del Partido Popular. Y los dos aspiraban, por razones distintas, a sentarse alrededor de la mesa del consejo de ministros. Pero ambos fueron rechazados por el presidente Mariano Rajoy. Ahora intentan resituarse en los segundos niveles de la administración del Estado en una lucha intensa de influencias dentro del Ejecutivo.

Asesor áulico de Rajoy
El caso del ex ministro de Defensa (Yak-42), Federico Trillo, ha sido más llamativo y ha provocado un profundo malestar porque aspiraba a “reivindicarse” políticamente tras el calvario sufrido en los tribunales por el caso del avión en el que fallecieron muchos militares a sus órdenes.

Durante los ocho años de oposición, Trillo llevó diferentes asuntos sensibles para el PP y específicamente para Mariano Rajoy, como la estrategia de defensa en el caso Gürtel. El cartagenero -y sin embargo, diputado por Alicante-, ha sido también una pieza clave en el apuntalamiento de Rajoy tras la derrota del 2008. Como tal, hizo campaña interna para que el gallego pudiera continuar al frente de la derecha.

"Inmenso cabreo"
De alguna forma Trillo se había constituido como uno de los asesores áulicos del presidente Rajoy y tenía confianza en ser nombrado ministro de Justicia, que es el área de su especialidad. Cuando constató que había sido excluido se llevó una “gran decepción” (expresión textual de uno de sus colaboradores) que dio paso a un “inmenso cabreo” con la alta dirección popular. Hasta el punto que no asistió a la solemne sesión de inauguración de la nueva legislatura que fue presidida por los Reyes de España, pese a que fue presidente del Congreso de los Diputados (1996-2000).

¿Retirada de la política?

Algunas fuentes cercanas al diputado por Alicante señalan que Trillo “está tentado de dar por finalizada su carrera política” para centrarse en su despacho como abogado. Pero su vocación política es tan fuerte que va a intentar aguantar el tirón y aprovechar nuevas oportunidades que a buen seguro se presentarán en los próximos años.

Dos parecen ser las salidas inmediatas. El Consejo de Estado, organismo que no le es ajeno, entre otras cosas porque tiene una hija como letrada. Pero en este caso tendría que ser como presidente. La otra opción es un puesto como magistrado en el Tribunal Constitucional aunque esto lo tiene más complicado “dado su marcado carácter político” que chocaría mucho con la neutralidad que en principio habría que exigir a los miembros de esa instancia judicial.

Tizón, amigo de Cospedal
Arturo García Tizón, ex ecretario general de Alianza Popular en la etapa de Antonio Hernández Mancha y actual presidente de la Diputación de Toledo, abogado del Estado, es otro de los que aspiran a presidir el Consejo de Estado. También tenía aspiraciones de convertirse en ministro con el apoyo de su jefa y protectora política, María Dolores de Cospedal.

Tizón fue rescatado del ostracismo por el Gobierno Aznar que le nombró jefe de la Abogacía del Estado hasta su regreso a la política activa.

Más candidatos
El “cementerio de elefantes” en el que se ha constituido el Consejo de Estado –sus informes no son vinculantes para el Ejecutivo- tiene también otras “novias” en el entorno del poder popular en ejercicio. Así aspiran a presidirlo la exministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, la ex ministra Isabel Tocino y la ex ministra Ana de Palacio.

En manos de Rajoy
En este como en otros casos, la decisión depende sólo y exclusivamente de Mariano Rajoy que da personalmente el visto bueno a todos los nombramientos que su Gobierno está realizando tanto en los primeros niveles como en los segundos. Parece claro que con Federico Trillo y Arturo Garcia Tizón quiere tener un detalle.