"Aplicaremos a la compraventa de viviendas habituales el IVA superreducido de forma transitoria", prometía el PP en su progama electoral para el 20-N. En realidad se trataba de prolongar una estrategia del Gobierno de Zapatero iniciada en agosto del año pasado, cuando dio marcha atrás a una medida previa y redujo el IVA del 8% al 4% en la adquisición de vivienda nueva para dar salida al stock y reavivar el sector.

Medida que compensaba la eliminación de las deducciones
La estrategia del Ejecutivo socialista pasaba por animar en un momento de desplome de las operaciones un sector con tanto peso en el PIB como el ladrillo y compensar en parte la eliminación de la deducción del IRPF por compra de vivienda por la vía del IVA. Pero se trataba de equilibrar una medida sin repetir el exceso de incentivos que ayudó a generar la burbuja. El programa del PP parecía consciente de este tipo de riesgos, pero ha preferido apostar de nuevo por generalizar los incentivos al ladrillo.

El PP generaliza las ayudas al ladrillo
Tras recuperar las deducciones por compra de vivienda, el plan de medidas extraordinarias de Rajoy aprobadas el 30 de diciembre también incluyó la aplicación del tipo reducido del 4 del IVA "a las entregas de bienes a las que se refiere el número 7.º del apartado uno.1, del artículo 91 de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido". El blog Helpmycash aclara que según la ley se refiere a "los edificios o partes de los mismos aptos para su utilización como viviendas, incluidas las plazas de garaje, con un máximo de dos unidades, y anexos en ellos situados que se transmitan conjuntamente".

Es decir, que la nueva ley aplicará el IVA superreducido a todos los inmuebles nuevos y sin diferenciar entre vivienda habitual y segundas viviendas, generalizando así las ayudas a un sector cuyo recalentamiento está en la profundidad de la crisis española.