El exresponsable de la tienda Milano de Madrid José Tomás ha asegurado hoy en el "juicio de los trajes" que tenía "orden" de los supuestos cabecillas de la red Gürtel Pablo Crespo y Álvaro Pérez "el Bigotes" de que a clientes como Francisco Camps "no se les cobrara" por los encargos realizados.

Tomás se reafirma en que pagaba Crespo
Ha sido la segunda jornada de declaración de Tomás ante el tribunal que juzga al expresident de la Generalitat y al ex secretario general del PPCV Ricardo Costa por aceptar supuestamente regalos de la trama corrupta, después de que ayer otro desvelara las maniobras del dueño de las tiendas y del popular Federico Trillo para alterar facturas y presionar al sastre. Este martes Tomás ha vuelto a afirmar que las prendas supuestamente regaladas a ambos procesados las pagaba "siempre" Pablo Crespo. También ha ratificado que el expresident le pidió ayuda para frenar el escándalo: "Échame una mano en esto que cuando lo tuyo con tu jefe se resuelva te podré ayudar aquí en Valencia en todo lo que necesites".

Sin pruebas de que Costa o Camps pagaran
Asimismo, a preguntas del letrado de Camps, Javier Boix, el sastre ha señalado que ningún cliente firmaba ningún papel para que Crespo y Pérez, que eran quienes supuestamente pagaban las prendas, supiesen lo que realmente habían retirado.
A preguntas del letrado de Ricardo Costa, el testigo ha apuntado que tomó medidas al ex secretario regional del PP en su despacho de Valencia para dos trajes, "una americana o dos y algún pantalón". Aunque la secretaria de Costa le llamó por teléfono para preguntar el importe de esos encargos y llamó a Pérez para informarle de esta llamada, ha insistido en que no recibió cantidad alguna de El Bigotes en ese momento y que no sabe cómo se saldó la deuda, y que no ha visto documento de venta alguno en el que figure el nombre de Ricardo Costa.

"No quiero volver a saber nada de esto"
A la salida del juicio, Tomás ha asegurado ha asegurado a los periodistas que hoy su "pesadilla" personal ha acabado ahora no quiere saber "absolutamente (nada) más" del caso Gürtel. Preguntado sobre el futuro procesal del expresident de la Generalitat, ha señalado que él no es quién para opinar sobre esa cuestión: "No quiero volver a saber nada de esto", ha insistido. "Este sueño ha tenido un final. Lo que salga de aquí me da igual, no tengo ningún interés de ningún lado o de otro", afirmó.

Una cajera confirma que las prendas iban a una cuenta de Pérez y Crespo
El testimonio de Tomás en el juicio ha sido ratificado por otro testimonio, el de una cajera que trabajó en Milano entre 2003 y 2006 y en Forever Young más tarde y que ha explicado este martes que ni Camps ni Costa pagaron sus prendas de vestir y que estas se anotaban en cuentas de Pérez y Crespo. En su declaración, la testigo Ana Belén Luque ha afirmado que nunca vio a los imputados en Milano, pero ha dicho que sus prendas se anotaban en una cuenta denominada "Comunidad Valenciana" como pagos a cuenta que eran abonados por los responsables de la trama. Preguntada por el pago de esas deudas, esta testigo ha explicado que recuerda un talón abonado por Orange Market para pagar prendas de vestir del expresident, y que sabe que Costa era una de las personas que figuraban en esa misma cuenta.

Tomás "no manejaba el ordenador"
A preguntas del letrado de Camps, Javier Boix, la testigo ha explicado que sabe que Camps era cliente porque se lo dijo el director de la tienda, José Tomás, y que ha hablado con él por teléfono hace una semana aproximadamente pero no en relación con los hechos que se juzgan. Esta cajera ha negado haber participado en la elaboración de facturas falsas y ha explicado que Tomás "no manejaba el ordenador" porque no sabía y que "siempre pedía ayuda". La defensa de Ricardo Costa ha preguntado si la testigo conocía si el ex secretario general del PP valenciano había pagado o no sus encargos, cuestión que ha afirmado desconocer.

El juez advierte a Camps
En un momento de las declaraciones, el presidente del tribunal del jurado, Juan Climent, ha amenazado a Camps con echarle de la sala. Como explica El País, la advertencia se ha producido después de que el juez impidiera una pregunta de la defensa de Camps sobre si hubo alguna instrucción dentro de la Generalitat para adjudicar a Orange Market. Climent ha desestimado la cuestión por impertinente ya que se juzga si Camps recibió regalos en su condición de autoridad (cohecho impropio) y no a cambio de una contraprestación (cohecho propio). Ante los aspavientos de Camps al ver la maniobra frenada, Climent se ha visto obligado a llamarle dos veces la atención y advertirle de que si no deponía su actitud le tendría que echar de la sala. Después ha tenido que volver a pedirle silencio.