El PSM ha anunciado que exigirá en la Asamblea regional “auditorías” a la gestión de Granados, “el personaje más oscuro de la política madrileña”, así como pedir eventuales responsabilidades a la presidenta Aguirre -que tanto poder le concedió y ahora le ha echado alegando falta de confianza- si se detectan irregularidades. Entre otras cosas, los socialistas recuerdan que está vinculado a episodios tan oscuros como intereses mobiliarios en el municipio del que fue alcalde [Valdemoro], el cierre en falso de la comisión parlamentaria sobre el tamayazo en la Comunidad de Madrid [el movimiento tránsfuga que impidió un gobierno de izquierdas en Madrid] o las acusaciones de dos exconcejales del PP de que presionó al excalde de Majadahonda para amañar una venta de suelo público, sin olvidar el escándalo de la presunta trama de espionaje de hombres que dependían de su consejería.

Acusado de recibir sobornos
Demasiados capítulos para recordar de una vez, de ahí que ELPLURAL.COM inicie una serie con algunas de las informaciones que se han publicado todos estos años sobre Granados, empezando por sus primeros pasos políticos en Valdemoro, donde fue alcalde de 1999 a 2003. Fruto de la gestión al frente de aquel municipio se ganó una acusación ante la Fiscalía del constructor David Merino, exdirector de DICO, que aseguró haber pagado sobornos a varios ediles, entre ellos a Granados, a quien definió como "el tío más sucio del mundo", asegurando que le había dado dinero "directamente", según publicó Interviú.

Trabajo en el Ayuntamiento para la familia
El PSOE de Valdemoro también denunció ante la Inspección de Trabajo que bajo el mandato de Granados el Consistorio se convirtió en refugió laboral para hasta 20 familiares del alcalde y de su equipo. En la lista de contratos denunciados figuraban además dos primos de la mujer de Granados, y la Inspección concluyó que en la mayoría de los casos el Ayuntamiento “violó” el precepto del Estatuto de los Trabajadores que prohíbe la contratación temporal para tareas ordinarias.

Querella por prevaricación
Granados también se vio salpicado por las acusaciones de prevaricación por las que tuvo que declarar su sucesor en la alcaldía, José Miguel Moreno Torres, ya que los hechos se remontaban a su mandato. El Tribunal Superior de Justicia obligó en sentencia firme del 2000 a que el Ayuntamiento derribara una obra ilegal en un edificio protegido, pero los populares se resistieron durante años, por lo que recibieron la querella por presunta prevaricación.

¿Quién pagó el aceite que sustentó la campaña?
No acaban ahí las acusaciones sobre la etapa de Granados en Valdemoro. En las municipales de 2003 volvió a ganar las elecciones pero dejó rápidamente su cargo con destino al Gobierno regional convertido ya en uno de los hombres de confianza de Aguirre. En aquella campaña, con el eslogan Francisco Granados 100% Valdemoro, uno de los puntos fuertes fue la distribución de 20.000 botellas de aceite de oliva, una para cada vecino. Interviú publicó que un pedido equivalente a esa cantidad fue abonado por Ramiro Cid Sicluna, un constructor de la localidad estrechamente vinculado a Granados, cuando la Ley de Partidos limita a 6.000 euros el máximo que una empresa o un particular pueden donar a una formación, un valor ampliamente excedido por el coste de aquel pedido. El PP no pudo mostrar a la revista las facturas de que habían pagado ellos el aceite de reclamo de la campaña. Además, miles de folletos del PP figuran como pagados por el Ayuntamiento, y no por el partido.

Un palacete y un coche quemado
¿Quién es ese Cid de las botellas de aceite? Es el constructor de cientos de viviendas en Valdemoro, entre otras un polémico palacete para Granados, según denunció el PSOE en la Asamblea, aunque el PP lo niega. Y también a nombre de Cid figuraba el coche de la esposa del popular que ardió en extrañas circunstancias. Aguirre admitió, aludiendo a los informes policiales, que en el vehículo había un "acelerador de fuego", mientras que Granados trataba de restar importancia al episodio hablando de "un hecho fortuito" y un cortocircuito.

Una venta de parcelas muy lucrativa
No acaban ahí los vínculos de Granados con constructores de Valdemoro. Desde el PSOE alertaron de que el popular había ganado 1.440.000 euros con la venta de cuatro parcelas a un constructor afín: David Marjaliza, uno de los principales empresarios de la ciudad y amigo de la infancia del exalcalde. Vendió las parcelas a 1.716 euros por metro cuadrado edificable, cuando el precio de mercado en el área metropolitana ascendía a unos 1.080 euros por metro cuadrado construido, según datos de la consultora Grupo i. Fuentes socialistas apuntaron entonces que "Granados obtiene un beneficio muy superior al que hubiera logrado un particular vendiendo las mismas parcelas".