En una carta pastoral de cara al 20-N, el arzobispo de Oviedo señala tácitamente al Gobierno de Zapatero al afirmar que “quienes confunden la manipulación de la vida con sus intereses de poder, no son aptos de la confianza, sino más bien reprobables por sus hechos, por sus leyes, por sus demagogias lingüísticas de géneros varios".

El voto contra el PSOE
El prelado llama abiertamente a los fieles a que “vinculen su voto en las elecciones generales del próximo 20 de noviembre a la defensa de la vida, incluida la del no nacido y la del enfermo terminal”, en referencia a la reforma de la ley del aborto y a la ley de muerte digna.

Acusa al Ejecutivo de engañar
Sanz escribe en su carta pastoral que en estos años los ciudadanos han visto “engañar demasiado” con enormes consecuencias para las personas y para un país que se están lamentando ahora, y advierte de que la gestión de esa crisis no puede hacerse desde la mentira y desde el engaño "para atrincherarse en el poder a toda costa".

Su defensa del divorciado Cascos
Las cartas pastorales de Jesús Sanz son habituales en campaña electoral. En las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, el prelado pidió abiertamente el voto para el expopular Francisco Álvarez-Cascos, actual presidente de Asturias, y no tuvo reparos al escribir que por encima de los dos divorcios del líder de Foro Asturias estaba la ideología de su partido.

Su comentario sobre el 11-M
En 2007, siendo obispo de Huesca y de Jaca, Sanz cargó contra el Gobierno al adentrarse en uno de los temas preferidos por sectores de la derecha: la conspiranoia alrededor de la matanza de Atocha, y  escribió en una de sus cartas pastorales: “Supongo que no pondrán más obstáculos para saber la verdad de la maraña confusa y confundida por otra matanza, el 11-M, cuya sospecha les mira…”

El laicismo beligerante 
El prelado no ha perdido ocasión para lanzarse contra el Gobierno. En diciembre de 2010, tras la visita de Benedicto XI a España, el arzobispo de Oviedo cargó contra “la cristianofobia del laicismo beligerante”, en una clara referencia al Ejecutivo socialista, que, sin embargo, recibió con todos los honores al máximo responsable de la Iglesia católica.

Sanz publicó un artículo en la agencia oficial de información de la Iglesia titulado "Laicismo anticristiano", en el que afirmaba que “los intolerantes imponene su censura para desgastar la presencia cristiana con posiciones políticas, culturales y mediáticas que tratan de atacar y destruir el cristianismo”.